Los 191 Estados miembros de la Unesco clausuraron ayer su 33 Conferencia General, marcada por la adopción del Convenio sobre la Diversidad Cultural, aprobado el jueves con 148 votos a favor, pero con la oposición de EEUU e Israel y las abstenciones de Honduras, Nicaragua, Liberia y Australia.

El nuevo texto normativo da a los Estados el derecho soberano de proteger como consideren oportuno la diversidad cultural, patrimonio de la humanidad, instrumento de desarrollo sostenible, de cohesión social y de paz.

Abierta el pasado día 3, la 33 reunión del máximo órgano rector de la Organización de la ONU Para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) fue también la que adoptó, por unanimidad, el Convenio contra el Dopaje y, por aclamación, la Declaración (no vinculante) de Normas Universales de Bioética.

Asimismo, los delegados volvieron a dar el mando de la organización a su hasta ahora director Koichiro Matsuura, y aprobaron el programa de acción y presupuesto para el próximo bienio.