Tres años atrás, la escritora mallorquina Maria de la Pau Janer se quedó a las puertas del premio Planeta. Anoche se tomó la revancha metafóricamente hablando y se alzó con el mayor galardón de las letras españolas en cuanto a dotación económica. En una ceremonia presidida por los duques de Palma, celebrada en el Palau de Congresos de Catalunya en la Ciudad Condal, la colaboradora de DIARIO de MALLORCA hizo a un lado a Jaime Bayly, el nombre que sonaba en altavoz para arrebatarle el premio un día antes de su concesión. La LIV edición ha sido una vuelta de tuerca de la celebrada en el 2002. Ganó Mallorca a Perú. Tres años atrás sucedía justamente lo contrario, con Alfredo Bryce Echenique como vencedor.

La novela que ha presentado Janer se titula Pasiones romanas. Los escenarios geográficos, Roma y Mallorca, y el azar son claves en su obra. Así lo expresó ayer a este diario una emocionada ganadora. "Es una novela de sentimientos, en la que el azar, la casualidad, son muy importantes. Viaja en el tiempo diez años atrás, y el gran escenario es la ciudad de Roma, juntamente con la isla".

La autora de Lola atesora ya la mayor parte de premios concedidos en el área catalana -tanto en catalán como en castellano- al haber ganado el Andrómina, el Prudencia Bertrana, el Carlemagny, el Ramon Llull y ahora el Planeta. Una vez más, una obra de sentimientos, de viaje al pasado, de relaciones personales en estado puro, le ha valido llevarse los 601.000 euros del premio así como el paseíllo comercial más allá del ámbito catalano-balear. Ella sí se presentó emboscada bajo el seudónimo de la compañera de Rodin, Camilla Claudel y rubricó su obra como Si fuera esta noche.

La historia concluida hace apenas dos meses narra el trueque en la vida del protagonista, un abogado que de camino a su casa, recuerda un amor que quedó anclado diez años atrás. La sensualidad es un fuerte en su trayectoria literaria donde en la mayoría de sus novelas es tan protagonista como los propios personajes. "Creo que todas mis novelas son bastante sensuales", comentó la escritora. Maria de la Pau Janer se inclina en sus gustos literarios "por las novelas que exploran las relaciones entre las personas, el mundo de los sentimientos, de las contradicciones". En el cambio, en el regreso que experimenta el protagonista, la escritora apuntó que "ya sabemos, sin embargo, que las cosas nunca son iguales cuando regresamos a ellas". En Pasiones romanas se retoma un viejo amor. "Está muy en mi línea habitual", recordó.

Fue en el 2002, justamente al presentarse al Planeta y quedar finalista con la novela Las mujeres que hay en mí, cuando se pasó al castellano "porque quería afrontar nuevos retos y entrar en un nuevo mercado de lectores". Ahora con el Planeta en sus manos, la escritora, doctora en Filología Catalana y presentadora del programa de entrevistas Punt de Trobada, de reciente estreno en IB3, suma ases en la manga para convertirse en una de las autoras de mayor proyección en el mercado literario español. Ayer reconoció que "esta novela es un paso más en mi trayectoria. Es más ambiciosa que las otras, está muy trabajada, es más larga y más compleja". Sobre su incursión en el castellano, la autora de Màrmara precisó: "No reniego del catalán, sólo que he escrito esta novela en castellano como respuesta al diálogo mantenido con mis lectores en esta lengua. También he hecho la versión catalana de Pasiones romanas, que entregaré en breve. Espero que salgan conjuntamente".

Con todo, Janer ha tenido que tragarse el sapo de que esta edición del Planeta haya venido sacudida por las polémicas declaraciones de Juan Marsé, uno de los integrantes del jurado, quien no dudó en asegurar que "el nivel de las diez novelas finalistas es bajo y en algunos tramos subterráneo", por lo cual, y "como el premio no puede quedar desierto, tendremos que votar a la menos mala". Rosa Regás, otra integrante del jurado, no afiló tanto el lápiz aunque sí concedió que "esta edición era de las más flojas", en cuanto a calidad de las obras finalistas. El resto de miembros del jurado, Alberto Blecua, Pere Gimferrer, Carmen Posadas, Antonio Prieto, Carlos Pujol y Manuel Lombardero, en calidad de secretario, fueron más discretos . Gimferrer concedió que "al final siempre quedan dos que destacan".

Al hilo de la controversia, Janer salió elegantemente: "Respeto muchísimo la opinión de Juan Marsé, quien, por cierto, el año pasado ya protagonizó otra polémica al decir por escrito que no votaba. Este año al menos sí ha votado. Igual que respeto su opinión, respeto muchísimo la de escritores como Pere Gimferrer, mi gran maestro. Que haya estas controversias me parece positivo porque lo importante es que haya diversidad de opiniones. Pero quien ha ganado soy yo".

Lima volvió a asomar la nariz en el Planeta y lo hizo con la pluma de Jaime Bayly, joven enfant terrible de las letras hispanoamericanas. Camuflada con el mismo título que le sirve para enmarcar sus columnas en el Diario Correo de Lima, El intruso sentimental, eso confundió los pronósticos. Eso y que es un autor de alcance mediático que traspasa fronteras. En esta edición, Maria de la Pau Janer se llevó el gato al agua y Bayly tuvo que conformarse con ser el finalista y embolsarse los 150.250 euros.

La casualidad hace que en su novela también el cambio de rumbo del protagonista sea eje central de la trama al igual que en la novela ganadora de Janer. Sólo los estilos los diferencian: él es más lenguaraza y ácido. A Janer la domina el verbo de tono evocativo.