El director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Rogelio Blanco, señaló ayer que la industria del libro en España "goza de buena salud. No estoy de acuerdo con la situación de alarma que han lanzado algunos libreros y editores, hay que ser cauteloso, pero catastrofista, no", dijo.

Rogelio Blanco, que acudió a la XXIII edición de Liber, la Feria Internacional del Libro en Español, para apoyar la presentación de la nueva Feria del Libro Infantil y Juvenil, que se desarrollará en León a partir del próximo cinco de mayo, quiso dejar claro que la Ley del Libro, que reclaman urgentemente desde algunos sectores "va muy avanzada".

"Una ley tan importante no es una cosa de un día, vamos por el décimo borrador, y tengo que decir que a todas estas reuniones acuden todos los sectores; todos, no falta ni uno, lo que quiere decir es que será una ley consensuada. Es algo muy serio. Estamos con una ley desde 1975, preconstitucional que no recoge nada del libro moderno; pero también digo que una ley, que hace falta, no ayuda a la balanza económica de un sector que está inmerso en un mundo global; hoy entran otras más cosas", precisó Blanco.

El director general recordó que el libro español está consolidando su posición. "Hoy España es la cuarta potencia mundial por volumen de exportación, es el quinto país productor de libros, y es la primera industria cultural española. La balanza de la exportación tiene superavit. Con lo cual, me gustaría hacer una llamada a la responsabilidad al sector".

Con respecto al cierre de las pequeñas librerías, Blanco apuntó que era una triste realidad, "pero no sólo en el sector del libro, esto es la consecuencia del mercado en el que estamos. El libro no es un código de barras".