Susy Gómez presentó ayer en la primera edición del MET en Barcelona -en el Moll de la Fusta- una serie de sus trabajos en el que el mirar es fundamental. Los comisarios de este encuentro han seleccionado a la artista mallorquina para que sea la única que interviene. El resto particiaprán en debates y mesas redondas a los largo de los cuatro días que dura este encuentro. Los comisarios son Joan Morey, Agustín Pérez Rubio y Chus Martínez. El MET ocupa 1725 metros cuadrados.

Al igual que ya hiciera en la puerta de Alcalá con La espuma de los días, la mallorquina interviene en el espacio sólo que en esta ocasión le da una vuelta de tuerca a la participación de las personas.

"En mi obra se requiere una mirada activa, y en este caso, la mirada se ve, comen el azúcar de los algodones y lo clavan en un corazón gigante, que está situado en la parte central de la carpa", relató Susy Gómez.

Esta pieza, Un lugar donde reparar algún deseo, "forma parte de la familia de Alguiénes, diez muñecos de tamaño natural cuyos ojos sin pupila, pintados de negro, reflejan lo que habían mirado. Este corazón está en esta misma línea, subrayar lo que miramos del mundo. Para mí la mirada es una acción crítica", explicó Susy Gómez.

Por otro lado, también presenta una serie de siete vestidos de hierro que son tomados de su colección privada. "Es obra biográfica pero situada en el debate entre lo íntimo y lo privado", comentó.

Los siete vestidos de hierro galvanizado, presentados bajo el título Cierra los ojos, se muestran en un espacio que el MET de Barcelona ha dedicado a la arquitectura.

Vídeo

Una vez más la artista mallorquina integra en su proyecto un vídeo. El presentado en el MET de Barcelona es No decía palabras.

Otra de las acciones que el visitante se encontrará son unos labios a gran escala depositados en el suelo como si fueran besos. Están hechos en vinilo y su superficie es de un metro. Los labios son frecuentes en los elementos que sirven a Susy Gómez para trazar su obra casi siempre de carácter biográfico.

Ella descarta "hacer una obra crítica" a la saturación de imágenes que nos envuelven. Para ella, la mirada de por sí "ya lleva una acción y ésta es crítica".