­Mallorca ya está de lleno en la celebración del Any Ramon Llull. El objetivo de estos doce meses de conmemoraciones es dar a conocer la figura y obra del filósofo más universal. El obispo de Mallorca, Javier Salinas, resumió que la misión es "recuperar la memoria" del beato mallorquín y poner "carne y huesos" al misionero. La Plaça Major fue ayer el emplazamiento elegido para dar el sus al Any Llull ya que fue el lugar donde en 1232 nació el escritor prolífico que cuenta con 280 obras, según la edición elaborada con motivo de su canonización. El propio Salinas deseó que este año jubilar concedido por el Papa Francisco sea "muy provechoso" y confió en que llegue el momento en el que el Sumo Pontífice declare a Llull como "doctor de la Iglesia".

"Este año jubilar tiene como fin recordar al beato como un hombre de fe". Por ello, la Iglesia de Mallorca, las instituciones, numerosas entidades y la sociedad civil se han propuesto dar a conocer la figura de este místico organizando numerosas actividades, que "propagarán la vida y obra de Ramon Llull tanto desde el punto de vista filosófico como de la experiencia de la fe". Tras estas palabras de Salinas, arrancó el desfile festivo hacia la Basílica de Sant Francesc bajo el son de las xeremies y luciendo los estandartes del 700 aniversario de la muerte del misionero. Una vez en el templo, Javier Salinas junto a los otros seis obispos que participaron en la apertura del Any Llull visitaron la capilla donde descansan los restos del beato para encender siete velas y depositar un ramo de flores en su memoria. En esta inauguración del año jubilar participaron el secretario de la Congregació per a la Doctrina de la Fe, monseñor Lluís F. Ladària; el arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol; el obispo de Girona, Francesc Pardo; el de Oriola-Alacant, Jesús Murgui; el de la Seu d´Urgell, Joan Enric Vives y el administrador diocesano de Menorca, Gerard Villalonga.

Acto seguido empezó una solemne eucaristía con la que oficialmente arrancaba este año luliano y lo hizo con la firma del decreto por parte del obispo Salinas. La misa, que fue oficiada por monseñor Ladària, contó con la concelebración de unos ochenta sacerdotes y frailes. Durante la homilía, el secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe leyó un fragmento del libro Amic e Amat, "uno de los puntos culminantes de la producción literaria" del escritor venerado.

Música medieval

La música del maestro Jordi Savall, la orquesta Hespèrion XXI y la Capella Reial de Catalunya puso el broche final a la inauguración del Any Llull. El homenaje de Savall al beato mallorquín llegó en forma de sirventés y danzas profanas de trovadores, troveros y juglares. Bajo el título Temps de conquestes , de diàleg i de conhort, el polivalente músico trasladó a los presentes en la abarrotada basílica a la época de Ramon Llull. Melómanos y lulianos emprendieron un viaje 700 años atrás con las músicas religiosas y medievales más representativas del momento. Las melodías orientales de origen árabe o judio recordaron con emoción y belleza los momentos más importantes de la vida del intelectual, sus viajes y los hechos históricos más relevantes de su época. Se interpretaron piezas de Raimon de Miraval como Aissi cum esgenser Pascors o Ductia, canción que sirvió para interpretar el nacimiento de Llull en 1232. También llenaron el templo creaciones de Pèire Cardenal o Bernat de Ventadorm.

"Ramon Llull amaba profundamente el arte del canto, muchas de sus poesías estaban pensadas para ser cantadas", afirmó Savall en la presentación del concierto, un recital que contó con la actriz Sílvia Bel y Jordi Boixaderas como oradores. Las voces de los contratenores Pascal Bertin y David Sagastume; la cantante Waed Bouhassoun; el bajo Daniele Carnovich; la soprano María Cristina Kiehr; los tenores Víctor Sordo y Lluís Vilamajó y el barítono Furio Zanasi hicieron las delicias de los presentes en un recital que arrancó rememorando la Mallorca musulmana de 1200 con la danza Mawachah Ya man Laibd Bihi Chamoulo. Fanfara sirvió para recordar la conquista de Mallorca en 1229 por parte de Jaume I y Ductia para rememorar el nacimiento del gran protagonista de acto, una figura que congregó en la basílica a numerosas autoridades como el conseller de Presidència, Marc Pons, el vicepresidente insular de Cultura, Francesc Miralles o el titular de Cultura de Cort, Miquel Perelló. El expresident del Govern José Ramon Bauzá y la anterior presidenta del Consell, Maria Salom tampoco quisieron perderse la apertura del Any Llull, una fiesta que terminó con una merecida ovación del público al maestro Savall con su maravilla de concierto.