Cuando se trata de Ocho apellidos catalanes, el dicho de que las segundas partes nunca fueron buenas no se cumple a rajatabla si tenemos en cuenta la opinión de los cinéfilos que ayer asistieron a las primeras proyecciones de la secuela de la película española más taquillera de la historia. La primera es mejor pero varios de los espectadores entrevistados coincidieron a la salida en que esta secuela ha sido muy divertida. Evidentemente el reto de superar la sorpresa y la fascinación que causó Ocho apellidos vascos era imposible. En aquella ocasión, la mejor promoción fue el boca boca que impulsó a entrar en una sala a ciudadanos que hacía tiempo que no frecuentaban los cines.

A pesar de ello, Mónica Foces y su hija Adirane confesaron que "veníamos con la expectativa de ver una película más o menos como la primera parte y nos ha gustado esta secuela. Nos hemos reído igual". De todas formas, añade la madre, "debo confesar que me hizo más gracia la anterior". "Somos vascas", aclara luego para justificar la mayor complicidad con la primera parte. Mónica y su hija Adirane fueron de las primeras en ver Ocho apellidos catalanes en la proyección de las 15 horas de Ocimax y no dudaron en calificar que "ha sido una buena segunda parte". "Las dos películas son igual de graciosas", puntualizó Adirane.

Preguntadas sobre si la actualidad del proceso separatista catalán se ve reflejado, Mónica Foces no duda en admitir que "alguna que otra puyadita sí que le han metido, sobre todo, con los Mossos". "Es una comedia y hacen parodia de todo. Lo único que no me ha gustado es que meten a los baleares en el mismo saco que los catalanes", aclaró Juan Carlos Martínez, uno de los espectadores que se esperaba un largometraje con "más chispa". "La primera parte fue mejor", sentenció.

Sardà, perfecta

Dani Rovira fue el gran descubrimiento de Ocho apellidos vascos mientras que los veteranos Carmen Machi y Karra Elejalde soprendieron por su maestría. En la versión catalana, la vetenaría es un grado.Los espectadores son unánimes: Rosa Maria Sardà lo borda. "La interpretación de Sardà simplemente es perfecta", admitió Lorenzo Martínez. "Es la mejor de todo el elenco en diferencia", abundó Juan Carlos Martínez.

La cinta de Emilio Martínez Lázaro recrea una Cataluña independiente detrás de la historia que protagonizan Clara Lago, Rovira, Machi y Elejalde, que en esta versión catalana cuentan con la incorporación de Sardà, Berto Romero y Belén Cuesta.

Las críticas aseguran que la secuela del fenómeno Ocho apellidos vascos pierde la frescura, la agilidad y, sobre todo, el factor sorpresa de su antecesora. De momento, los espectadores se han divertido. Ahora hay que esperar a ver si esta segunda parte será igual de taquillera.