El dibujante Francesc Capdevila, más conocido como Max, publicará un cómic sobre El Bosco, una obra encargada por el Museo del Prado con motivo del 500 aniversario de la muerte del pintor, que se celebrará en 2016, año en el que también se publicará esta obra.

"Un encargo, uno de esos que no puedes dejar pasar porque simplemente te pilla en una de tus debilidades, te encuentras ya entregado desde el minuto uno, y entonces instantáneamente deja de serlo para convertirse en un proyecto propio, tan propio que por ti mismo nunca te hubieras atrevido a soñar con él", cuenta el dibujante afincado en Sineu en su blog personal acerca de este nuevo proyecto. El autor confiesa que ya lleva "un mes y medio" dedicado al estudio del pintor holandés y de su obra. Tiempo en el que ha localizado diversas publicaciones sobre el artista, al que se siente cercano. "Veo cosas en común entre nosotros", confiesa Max a este diario. "Es un pintor muy enigmático. En este mes me he podido hacer una idea de las interpretaciones que se han hecho de su obra a lo largo de los siglos para después poder hacer la mía", comenta.

El dibujante está desarrollando ahora mismo el guión de la publicación. "No puedo adelantar demasiado, pero tengo claro que voy a huir de la mímesis, el cómic va a ser una interpretación personal de El Bosco", agrega. "Incluso mi intención pasa por no usar el color", prosigue.

Max aporta un par de pistas más sobre su trabajo. "No voy a contar la propia historia del pintor porque apenas se sabe nada de él. Lo que voy a hacer es meterme de lleno en el terreno de la ficción a partir de tres obras suyas que están en el Museo del Prado, lo que yo haré es buscar el hilo que las una", señala. En concreto, las tres pinturas de las que partirá el Premio Nacional de Cómic son El jardín de las delicias, Las tentaciones de San Antonio y Extracción de la piedra de la locura.

El libro debería salir en mayo de 2016, coincidiendo con la inauguración de la gran exposición de El Bosco en el Prado. "De aquí a entonces voy a estar sumergido en esto. Luego retomaré mi proyecto mudo", confiesa el dibujante.

Max aún recuerda la primera vez que contempló un bosco. "Fue precisamente en el Museo del Prado, en la época en que yo hacía el Servicio Militar. Me tocó hacerlo en Madrid y estaba destinado en el Museo del Ejército, edificio que precisamente forma parte de la amplicación del museo madrileño", relata. "En aquella época, yo ya había publicado historietas y recuerdo que me fascinó su arte así como el resto de salas dedicadas a la pintura flamenca, que es la que más gusta", reconoce.