El escritor Juan José Millás (Valencia, 1946) pronuncia hoy la conferencia Literatura y enfermedad, un acto que se enmarca en la presentación del Anuari de l’envelliment y que tendrá lugar en el Col·legi d’Advocats de les Illes Balears, en el número 10 de la Rambla, a partir de las 19 horas. Para el articulista de DIARIO de MALLORCA y ganador de algunos de los premios más importantes, como el Nadal, el Nacional de Narrativa, el Planeta o el Nacional de Periodismo Miguel Delibes, los historiales clínicos no tienen nada que envidiar a lad novelas, “son grandes piezas de la literatura”, asegura.
-¿Se ha tomado algún ansiolítico esta mañana?
-Si leo un poema por la mañana estoy en mejor disposición para escribir. Lo recomiendo. Lleva un minuto y produce casi los mismos efectos que un ansiolítico. Hoy he cometido un error y no lo he tomado. Todos los días empiezo la jornada así. El poema me coloca en una perspectiva diferente a la realidad.
-¿La independencia de Cataluña le ha dejado dormir?
-Sí, me quitan el sueño otras cosas. No es que eso no me preocupe pero tengo preocupaciones más cercanas.
-¿Sería saludable desconectar de la desconexión?
-Es muy saludable desconectar de la desconexión y a veces hay que hacerlo por una cuestión de equilibrio y salud mental porque si no llega un momento en que no distingues unas cosas de otras. Desconectar significa adquirir perspectiva.
-¿El desafío catalán es una enfermedad?
-No lo llamaría de ese modo. En el desafío catalán se han juntado el hambre con las ganas de comer. En Cataluña ha habido siempre, y posiblemente seguirá habiéndola, una pulsión nacionalista, lo que pasa es que esa pulsión es negociable. Lo que no se puede hacer es alimentarla y lo que ha hecho el Gobierno central, fundamentalmente, es alimentarla.
-¿Teme que vaya a producirse alguna fractura?
-No. Estamos ante un momento de sobreactuación que bajará, entre otras cosas porque una independencia no se hace ni en cuatro días ni en cuatro años. Todo esto volverá a su cauce. Hay que arreglar el problema para 30 ó 40 años. Es lo que tendría que haber hecho esta generación de políticos, arreglar el asunto para una o dos generaciones y luego ya se verá.
-¿Rajoy es inocuo?
-No es inocuo, es inoperante.
-¿El independentismo se puede medicar?
-Se puede tratar, poéticamente, que es lo que no ha habido, poética.
-¿La lectura es un calmante infalible?
-No siempre. No estaría bien que la lectura produjera efectos anestésicos. Lo que tiene que hacer es despertarnos.
-¿La escritura cura?
-La escritura alivia pero también abre heridas y las cicatriza al mismo tiempo.
-¿El periodismo y la literatura son la esquizofrenia del escritor moderno?
-Para mí no son dos actividades en las que haya una frontera clara. No veo una división entre ambas. Cuando escribo un artículo no tengo la sensación de que esté haciendo algo distinto a cuando escribo una novela. El tratamiento psicológico y los tiempos serán distintos pero en lo fundamental se trata de los mismo, que es escribir.
-Muchos grandes escritores han sido grandes hipocondriacos. ¿Es su caso?
-No soy hipocondriaco pero tengo fama de ello y como veo que a la gente le gusta, la alimento.
-¿Qué placeres encuentra en la lectura de historiales clínicos?
-Placeres novelescos. Los historiales clínicos son grandes piezas de la literatura. Los de Freud y Oliver Sacks están muy bien escritos. Todo historial clínico bueno tiene algo de literatura igual que toda literatura buena tiene algo de historial clínico.
-¿Qué le ha dejado anonadado últimamente?
-Últimamente, como vivimos en un estado permanente de anonadamiento, no distingo una cosa de otra.
-El Papa ha tropezado dos veces en los últimos tres días. ¿Quizá eso le ha dejado anonadado?
-No. Lo que me ha dejado anonadado es lo que le ha dejado a él anonadado, es decir, comprobar que las finanzas de la Iglesia las lleva el diablo.
-¿Por qué la izquierda está siempre condenada al fracaso?
-No lo sé pero es así. Es una pregunta que me planteo desde hace tiempo. En estos momentos prácticamente no hay alternativa. Desde la caída del muro de Berlín y el telón de acero, detrás del cual había un gran fracaso, la izquierda ha quedado laminada, no se ha repuesto de ese fracaso. Sin embargo los ideales de la izquierda siguen siendo tán válidos ahora como entonces.
-Javier Pérez Royo es el último fichaje de Podemos. ¿A usted le tienta saltar al ruedo?
-No, para nada. Para las cuestiones políticas hay que tener unas capacidades de las que carezco absolutamente. Ni me tienta ni me han tentado.
