Curioso western, dirigido por un escocés, con actores australianos e irlandeses y rodada en Nueva Zelanda simulando las planicies del Medio Oeste. En el yermo territorio que muestra Maclean no hay decimononos de caballería ni toros acurrucados. Sólo aborígenes en desbandada, soldados desmovilizados y un tropel de buscavidas. Lobos (Fassbender, Mendelsohn) rifándose una liebre (Smit-Mcphee) que les arrimará ingenuamente a un trofeo más cotizado.
El guión destaca sobre todo por la originalidad del planteamiento y la resolución (exceptuando la blanda coda). Explica con claridad que entre los emigrantes hacia el oeste hubo muchos recién llegados al continente. No hay heroísmo, sólo necesidad, ilusión, amoralidad y codicia. Liebres y lobos por palomas y halcones. Supervivencia teñida con raspazos de violencia y caricias de humor. Justito de profundidad el guión, los sueños rotos del postadolescente, su trauma amoroso, son algo básicos; igual que las motivaciones de su protector o los acechantes. Pero no es pretencioso, su modestia recuerda a filmes menores de John Ford como Wagonmaster. La realización es lo contrario. Busca la filigrana, en la fotografía o la banda sonora, con influencia patente de los Coen o incluso Wes Anderson. Y por ello peca de irrealidad. Se presiente que las localizaciones no son auténticas. Las montañas (sin que hiciera falta pasar por Monument Valley o el Rio Grande), la vegetación, la ausencia de poblados, chirrían en el inconsciente. El reparto ayuda a paliar esa falta. Otra medalla en el pecho de Fassbender (productor además), otra muesca en pos de un Oscar que caerá pronto o tarde. Nota también (tengo debilidad por él desde Animal Kingdom) para Ben Mendelsohn.
Slow West
Estados Unidos, 84 min
***½
Director: John Maclean
Actores: Kodi Smit-McPhee, Michael Fassbender, Ben Mendelsohn, Cara Pistorius Cines: CineCiutat
