Domingo 4: cultura general
¿La capital de Asturias? Almería. Mamífero que vuela. El delfín. ¿Ramón y Cajal era una o dos personas? Dos. ¿Gentilicio de Barcelona? La Sagrada Familia. Nunca llueve... si la dicha es buena. Nombre de la alcaldesa de Madrid: Manuela Parra. Antera, filamento y pistilo son elementos de... La televisión. País de la Torre de Pisa. Francia. Si soy coetáneo de Cristiano Ronaldo, ¿qué soy? Seguidor. ¿Qué premio Nobel ganó Severo Ochoa? Escritor. ¿El padre del psicoanálisis? El análisis. ¿Quién marcó el gol de la victoria para España en el Mundial? Han: ¡Soy marica, no me gusta el fútbol! Es el resultado del test de cultura general a que se sometió a los concursantes de GH, una muestra real como la vida misma a decir de la Merche, la parte por el todo. Con un acierto: el nombre de la hija de Belén Esteban. Pero en todas partes cuecen habas. En Adán y Eva pudo oirse en una ocasión "A mí no me gusta el arte, soy anárquica". Vale, tampoco aquí es el coeficiente intelectual lo que se valora en el casting. Pero también Christina Aguilera preguntó una vez ¿Dónde se celebra este año el festival de Cannes? No todo el mundo tiene en su firmamento local a gente tan preparada como Ana Obregón.
Lunes 5: la zarigüeya
Es marsupial, noctámbula, didelfimorfa y omnívora y pare en un visto y no visto. Le llaman zorra mochilera, la ridiculizan por bizca, le echan en cara su carácter inconstante. Las de dibujo animado que andaban con los mamuts eran la pareja cómica de la edad de hielo. Tienen mala prensa las pobres zarigüeyas. Siendo cierto que alguna mosca degluten, por lo demás son una mascota como cualquiera. Más inocua que el Currupipi de Jesulín. Pero nadie, hasta la fecha, ha visto jamás a una zarigüeya con la vena del cuello hinchada. Excepto Kiko Rivera, que se lo ha llamado a María Patiño. Zarigüeya en puridad no, sino "zariguella de campo". Con tres erratas. La falta de ortografía y diéresis y la de geografía, porque estos animalillos son más de selva que campestres. O de finca cantora.
Martes 6: la bicho
La reclusa, en adelante "la Bicho" (según Carmen Pardo y La Razón, amén), pasa los días haciendo punto de cruz. La han apodado así las presas, en homenaje a otro insecto, en alusión a La Metamorfosis de Kafka con motivo del centenario de su publicación. No es, como andan diciendo por ahí, porque pique o escupa veneno. Esas cosas las hacen en Gran Hermano. En presidio -al menos en éste- son más leídas. De acuerdo con las mismas fuentes, la Bicho se entretiene tejiendo para los nietos. Julia Roberts también anda con el ovillo entre rodaje y rodaje. Y Sarah Jessica Parker, Penélope Cruz, Felicity Huffman, Amanda Seyfried, Christina Hendricks o Catherine Zeta-Jones. Incluso Antonio Banderas. El punto es terapéutico. Y el bicho, metafórico. El kafkiano.
Miércoles 7: Andrea Celeste
Andrea Celeste fue un culebrón argentino de 1979 protagonizado por la niña Andrea del Boca. La historia de una huerfanita que es adoptada y busca a su madre biológica. Pero Andrea Celeste es real, alguien a quien ustedes conocen. Andrea Celeste es Chabelita. Lo ha contado su madre biológica y a la madre adoptiva, cuentan, le ha dado un soponcio. Y sin embargo debería entenderlo. Lo de la abertura de nomenclatura es muy del showbussiness. Nicole Kidman se llama en realidad Hokulani. Y Ana Obregón omite del nombre el Victoria „por coincidencia, tal vez, con la Beckham- y del apellido el García previo. A María Antonia Pérez Sánchez nadie le pediría que echara un conjuro como a Aramís Fuster. El histrionismo de Víctor Sandoval, neé Víctor Gregorio Díaz Gordillo, no resultaría creíble. Luego están los peterpanes: Bertín o Pipi Estrada tendrán que plantearse que hay una edad para todo, sobre todo para los diminutivos. También Terelu. Lo de María Antonia Alejandra Vicenta Elpidia Isidora Abad Fernández, que así recibió las aguas bautismales Saritísima, fue necesidad. Al final, Celeste se reencuentra con su mamá. Y no ocurre en un plató, previo paso por caja. En la telenovela, al menos.
Jueves 8: cremas
¿Puede ser una crema el "proyecto de tu vida"?Puede serlo si eres químico, el guardián de los reales rostros o Isabel Preysler. Isabel dejó caer, cuando presentó al mundo la suya, que sabía de un galán que la usaba y el galán resultó ser el Nobel. De aquellos polvos de nácar vinieron estos lodos y de estos lodos una parcela que compartir en lo mejorcito de la villa y corte. Por eso Mila Ximénez se ha lanzado al mundo del colágeno. Su crema se llama kisé, esto es, trono, cátedra, en hebreo, vulgo silla -por las tan disputadas de Sálvame-. La hay antimanchas, hidratante, de noche y contorno de ojos. Un poco presuntuoso. My cream de I. P. resulta más claro. Pero la de Milagros al menos no tendrá problemas de siglas con Pantoja. Ni de lenguas muertas. Ella es más de copla.
Viernes 9: castas
Sonia Arenas dijo un día que Aída Nizar ejercía algo así como la profesión más antigua del mundo. El Supremo la ha condenado. La ofensora deberá indemnizar a la ofendida. Insultar a Aída Nizar sale por 20.000 euros. Igual no saben de quiénes les hablo. No es lo más relevante. Aunque el alto tribunal -y he aquí el fundamento de derecho más sorprendente del fallo- sostiene que Nizar es un personaje público "tremendamente popular y conocido". Quédense con la cifra. Y concluirán que en las procelosas aguas del mundillo de las vísceras hay más casta que en la política. Los magistrados, no ha mucho, cuantificaron la ofensa a Carmen Lomana en 120.000 euros a repartir entre Kiko Matamoros, Belén Esteban y Mila Ximénez. A razón de 30.000 los dos primeros y 60.000 la segunda, posiblemente porque clamó más y más alto, desde púlpito y acompañando las palabras con amplio repertorio de gestos. En cualquier caso, por encima de la "tremendamente popular y conocida" Aída. Claro que a la pobre plumilla Pepa Jiménez, a la que similares compañeros echaron encima porquería parecida, la compensaron con 2.000 míseros euros. Todavía hay clases.
