El nuevo equipo al frente del Institut d´Estudis Baleàrics denunció ayer el "descontrol económico" que reinaba en la institución durante la anterior legislatura. En concreto, el nuevo director del ente, Josep R. Cerdà, detalló que el 23 de enero de 2014 se gastaron 1.500 euros -la cantidad que consta como adelanto- en taxis y restaurantes, entre otros gastos, en una escapada a Cáceres. Cerdà mostró las facturas de los taxis que cubrieron el trayecto de ida y vuelta desde Madrid a la ciudad extremeña. El montante total asciende a 750 euros. Asimismo, mostró las facturas de dos restaurantes en el que comieron tres comensales: el Bizcocho en Trujillo, donde se gastaron más de 80 euros, y el Figón de Eustaquio.

El exdirector del Institut, Antoni Vera, aseguró a este diario que él no se había desplazado a Cáceres desde Fitur (Madrid) porque ni siquiera había acudido a la feria en 2014, "lo hizo la consellera Camps", comenta. Asimismo, señaló que no recordaba el motivo de tal escapada y que no sabía quiénes se habían desplazado hasta allí. Hay que señalar que el IEB no ha desarrollado en todo este tiempo ningún proyecto en tierras extremeñas ni ha mostrado el trabajo de artistas allí. Vera sí viajó hasta Cáceres "hacia 2013, porque se nos presentó la posibilidad de colaborar con el Museo Vostell, pero posteriormente no he ido", abundó. "Pongo la mano en el fuego por todos los técnicos del IEB, seguro que todo tiene una explicación".

El actual equipo del ente no puede saber quién gastó ese dinero porque los adelantos de caja siempre se hacían sin firmar: "Se extraía el dinero y no quedaba registro de quién lo hacía", apuntó el nuevo responsable del IEB. Cerdà enumeró otros tickets que tildó de "extraños". Es el caso de algunos con cifras modificadas a bolígrafo. "Donde había un 1 se ha pintado encima un 4", ejemplifica. O las facturas semanales de una papelería en Andratx para cargar el periódico de los domingos. Vera argumentó que él pasaba a veces esos tickets cuando salía publicada alguna noticia referente al IEB. Otro ticket "raro" en un ente que se dedica a la promoción de la lengua y la cultura catalanas es el de una colonia comprada en un centro comercial por valor de 64 euros. El exdirector del organismo explicó que en algunas ocasiones "se hacían pequeños regalos a modo de agradecimiento a alguno de los trabajadores de los centros donde presentaban exposiciones fuera y nos habían cedido gratis las salas o se habían encargado de acoger y llevar a comer a los artistas".

Otros tickets que han extrañado a los recién llegados son los referentes a parkings o a la gasolina, "sobre todo cuando en la Administración queda muy claro cómo se debe pasar el kilometraje", indicó Cerdà. Vera contestó a este respecto que el IEB, a diferencia de otros organismos, no contaba con vehículo propio y que "la gente tenía que poner su propio coche si había que trasladar catálogos, libros o expedientes". Vera recordó que el IEB es una empresa pública y que como tal no tiene estipulado el cobro de dietas.

El pago de una multa de un coche particular también fue denunciado ayer por Cerdà, a lo que Vera contestó que se debía "al uso de un coche propio y para un trabajo del IEB, ya que nosotros no tenemos ningún vehículo oficial", insistió.

Otra de las cuestiones que ayer salió a la luz es que la institución presenta durante este ejercicio de 2015 un déficit de casi medio millón de euros contemplado mayoritariamente en el capítulo 2 del presupuesto, que es gasto corriente de bienes y servicios. Se llamó la atención sobre el dispendio realizado en concepto de Estudios y Trabajos Técnicos, esto es, en catálogos y publicaciones, muchos de ellos almacenados en el sótano de la sede de la calle Protectora.

Vera negó ayer tal déficit. "Se lo he explicado a Cerdà pero no lo quiere entender", lamentó. "Sobra dinero de los otros capítulos del presupuesto que si se suman son esos 500.000 euros que dicen que ya se han gastado. Con ese sobrante de otras partes, se hace una modificación de crédito y no tienes ningún déficit. Nosotros siempre hacemos modificaciones de este tipo tres o cuatro veces al año", explicó.

En cuanto a la partida de subvenciones ya agotada a mediados de año, el exdirector del ente indicó que tuvieron que hacer una modificación de crédito para aumentar la partida a fin de satisfacer todas las peticiones recibidas. "Era año electoral y el sector ya lo sabía, y mucha gente decidió presentarse antes, eso no es culpa nuestra", sostuvo.

15.000 euros por comisariar

Cerdà criticó los procedimientos aplicados en la institución, máxime en el sector de las artes plásticas. "No se hacía por concurrencia pública, sino bajo el criterio discrecional del director del ente", comentó. Asimismo, informaron de que algunos comisarios llegaron a cobrar 15.000 euros, "en concreto Enrique Juncosa y Carme Riera", detalló Vera. En las próximas semanas, el nuevo director se reunirá con el sector de artes visuales para atender a sus peticiones y estudiar cómo podrían ser las convocatorias para sus proyectos. A fin de controlar bien los gastos y el presupuesto dentro de la institución, Cerdà anunció que se nombrará a un jefe de Administración. Y que se ha solicitado una auditoría. Cuando se haya realizado, se pondrá en manos de los servicios jurídicos del Govern "para que la estudien y hagan lo que consideren".

En cuanto a los proyectos futuros, Cerdà comentó que se va a trabajar para recuperar el mercado cultural en lengua catalana. Y que una persona se ocupará de las relaciones con el Institut Ramon Llull y el Institut Català de les Empreses Culturals. En este punto y a través de esta última institución, señaló que se desea fomentar la formación en gestión cultural. Las acciones musicales van a reforzarse. "La música estaba muy abandonada en la institución", especificó. Además de apoyar al sector audiovisual, de trabajar en pro de las nuevas tecnologías, se continuará "con el buen trabajo" que se estaba haciendo con el cómic. En lo que queda de año, el IEB apoyará la Fira B, el Còmic Nostrum, la presentación en San Sebastián de la película de Colomo, la presencia en Tàrrega y Huesca o las ferias de Fráncfort o Mediterrània de Manresa.

Vera aseguró estar muy tranquilo ante "las injurias" publicitadas por el nuevo equipo de Cultura, y comentó que mientras llevaba él solo las direcciones generales de Educación y Cultura, "ahora hay siete personas que suman todos 600.000 euros anuales, que podrían dedicarse al sector", indicó. "Yo sí me encontré las arcas vacías y me fui a buscar dinero", concluyó.