Tiene 39 años y cumple un perfil muy repetido entre los cuatro millones de parados, casado con un hijo, más de un año sin trabajar, le quedan pocos meses para agotar la prestación y, aunque es técnico en automoción e informática, ha trabajado de todo y en todos los sectores.

Su padre, un pensionsta, ha ofrecido 5.000 euros a la empresa que contrate a su hija. Asegura que el dinero que ofrece sería para colaborar con las empresas que le contraten. "Que haya alguien con un proyecto común que puedan ayudarse con un capital social aportándolo mutuamente", asegura el hombre, quien ha publicado esta peculiar oferta en un periódico.