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Entrevista

Rick Astley: "Las estrellas del pop sólo existen en la mente de la gente"

"Muchas bandas de los 80 están teniendo ahora una segunda vida porque los jóvenes las descubren en internet"

El cantante inglés Rick Astley (1966), en una imagen promocional. dm

Rick Astley promete un concierto repleto de buenos recuerdos punteado por sus viejas canciones y algunas versiones y temas nuevos. "Necesito divertirme, que el año que viene cumplo 50", exclama. Espera disfrutar durante algunos días del sol y del buen tiempo de la isla, lugar que visita por primera vez.

-¿Cómo han envejecido sus canciones?

-Pienso que han resistido bien el paso del tiempo. Hay muchos artistas de los ochenta que temen ser escuchados por la generación de ahora porque ésta tiene otros referentes y gustos. Pero en realidad, si te fijas, hay muchas bandas de esa década, y no sólo las de pop como yo, sino como Depeche Mode o de rock, que están teniendo una segunda vida porque los jóvenes las encuentran en internet. La red ha sido positiva para muchos de nosotros.

-¿Por qué ha regresado a los escenarios?

-Casi podría decir que regresé por accidente. Mi mujer y mi hija siempre habían querido ir a Japón y recibí de allí una oferta para actuar. Llevaba años denegando las propuestas que me llegaban de todas las partes del mundo porque estaba retirado. Pero ellas no me dieron otra opción: vamos a ir a Japón y tú vas a hacer ese concierto. Primero actué y luego nos quedamos una semana de vacaciones. Recuerdo que fue subir al escenario y empezar a disfrutar. Fue un buen lugar para empezar porque iba con jet lag y Japón es un lugar impresionante. De eso hace casi diez años. Desde entonces hago los conciertos que me apetecen.

-¿En qué se ha transformado la energía que tenía a los 20 años?

-En relax, calma y más control. Ya no es tan intenso como cuando veo a los jóvenes fans que van a ver a One Direction, seguidores que casi acaban en el hospital después de esos conciertos. Esos tiempos quedaron atrás para mí. Ya no voy a hacer ninguna coreografía sobre el escenario.

-¿A qué le da derecho ser una estrella del pop?

-No sé si me da derecho a algo. Ser una estrella del pop es algo que sólo existe sobre el escenario o si sale en la televisión, pero después ya no. Somos gente corriente. Con la gente rica pasa lo mismo. Las estrellas del pop sólo existen en la mente de la gente. Son una creación humana.

-Y ser un héroe de internet gracias a la broma masiva rickroll, ¿a qué le da derecho?

-(Risas) Pienso que la gente se ha reído mucho con ello. Y yo no tengo ningún problema porque siempre he sido divertido y no he tenido miedo a arriesgar. En realidad, ese fenómeno ha sido positivo para mí. Internet se ha portado bien conmigo.

-¿Cómo es su relación con Never gonna give you up?

-Como he estado muchos años retirado, en realidad llevaba desde 1997 sin cantarla. Cuando esa canción empieza a sonar, golpea mi memoria. Es una de esas canciones que cambió mi vida completamente. Y lo que me ha dado es increíble. Se ha convertido en algo más que una canción: es mi marca.

-¿Qué no ha cambiado en usted desde la primera vez que la cantó?

-Mi amor por la música. Cuando la música me envuelve me siento bien. Empecé tocando la batería en una banda con algunos amigos. Aprendimos a tocar escuchando a los Sex Pistols, mucho punk y rock. No tocábamos canciones pop. Luego fue como cuando se tiene una crisis en la mediana edad: o nos montábamos en la Harley Davison o montábamos una banda de rock. Hicimos lo último. Ahora todavía toco la batería, me encanta. Es algo muy adictivo y especial porque es muy físico. Puedes ser muy técnico pero la batería siempre contiene algo muy primitivo. En África, de donde provienen los primeros hombres, es el instrumento principal. Es como el latido del corazón. Si eres un buen batería en la banda, nadie se da cuenta. Pero si eres malo, todo el mundo se da cuenta.

-¿Cómo lleva un baterista de formación ser el frontman?

-Bien. Supongo que ya era algo que llevaba dentro de mí. Me gusta ser el batería porque éste no tiene ni las complicaciones ni las presiones del frontman. Pero empecé a cantar algunas canciones con la banda y acabé siendo el cantante. Y ahí continué: en realidad yo nunca miro atrás.

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