Rick Astley no viene, vuelve. Cantante y sonante, obligado igual que todos los supervivientes a justificar su insistencia y su resistencia. Forjado en el tránsito del vinilo al CD, rejuveneció cuando la juventud decidió delinquir por unanimidad. No ahuecó, pero ahuecaba la voz para cantar como los blancos creen que cantarían los negros si fueran blancos.
'Never gonna give you up' ha sonado en más ascensores que 'Let it be', y la rescató para internet en una singular
adaptación al miedo. También interpreta intelectualmente su música. Nunca te abandonará, su gran éxito.