Un equipo internacional de investigadores ha identificado la que podría ser la primera planta con flor de agua dulce, una "Montsechia vidalii" de entre 125 y 130 millones de años.

Los restos fósiles de esta planta, entre los que se encuentran semillas, fueron encontrados en el yacimiento de Las Hoyas, en Cuenca, y en la Sierra de Montsec, en Lleida.

Esta investigación, cuyo principal autor es Bernard Gómez, de la Universidad de Lyon (Francia), se publica en la revista PNAS y cuenta con la participación de científicos españoles, estadounidenses y alemanes.

Para llegar a estas conclusiones, los investigadores examinaron más de mil restos fosilizados de Montsechia del yacimiento de Las Hoyas, que compararon con restos fósiles de Montsechia hallados en la Sierra de Montsec y guardados en varias colecciones europeas.

Así, situaron los fósiles de "Montsechia vidalii" en la era Barremiano del período Cretácico temprano, entre 125 y 130 millones de años, haciendo de esta planta contemporánea de dinosaurios como el Iguanodon, según una nota de prensa de la Universidad de Indiana, en la que David Dilcher también ha colaborado en este trabajo.

"La primera flor es técnicamente un mito, como el primer humano", ha indicado Dilcher, quien ha apuntado que "Montsechia vidalii" es contemporánea, si no más antigua, que "Archaefructus".

Archaefructus es un género extinto de plantas acuáticas herbáceas con semillas y los restos encontrados en China habían sido propuestos hasta ahora como los primeros de angiospermas (plantas con flores).

Se trata de la planta con flor más antigua hallada "bien documentada", ha señalado a Efe Carles Martín-Closas, de la Universidad de Barcelona y otro de los firmantes del artículo.

En apariencia, "Montsechia vidalii" es parecida a su descendiente más moderna, Ceratophyllum (una planta acuática verde oscuro).

Bernard Gómez, de la Universidad de Lyon (Francia), ha detallado a Efe que "Montsechia vidalii" fue una planta acuática que entre otras características tenía un carpelo cerrado (forman la parte reproductiva femenina de la flor), determinante en los angiospermas.

La revista PNAS dedica, además del artículo, un comentario a este descubrimiento, que lo firma Donald H. Les, profesor de Ecología y Biología evolutiva en la Universidad de Connecticut (EEUU).

"La reinterpretación de estos fósiles ofrecen una nueva y fascinante perspectiva sobre uno de los misterios de la biología de las plantas", según Les, quien ha declarado que este trabajo es una "contribución verdaderamente importante" para desentrañar los acontecimientos evolutivos y ecológicos que han acompañado a las plantas con flores desde que surgieron hasta su fama actual.