El tenor peruano tildado como el sucesor de Pavarotti actuó anoche junto a la Simfònica en un Auditòrium que desde hacía días había colgado el cartel de "localidad agotadas". El cantante desgranó un programa que comprendió el bel canto, el romanticismo francés y la canción popular.

Comenzó con Carmen de Bizet. Después continuó con arias de Romeo y Julieta. Asimismo, muy destacables fueron los momentos que cantó a dúo con la soprano egipcia Fatma Said.

Tras el descanso, se escucharon Salut, Demeure chaste et pure de Fausto, O soave fanciulla de La Bohème o Granada.

Al final, el tenor cogió la guitarra como acostumbra a hacer en sus recitales.

Pablo Mielgo dirigió a la Simfònica, que el pasado mes de enero ya se encontró con Flórez en el Teatro Real de Madrid.

El concierto acabó con ovación y aplausos en el Auditòrium, un broche de oro para el programa Estius Simfònics de la orquesta balear, que este año ha cumplido 25 años.