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Catálisis

El Pequeño Nicolás se excusó

El Pequeño Nicolás se excusó

La Zarzuela se avergüenza hasta tal punto de los asistentes mallorquines a la recepción regia, que los funcionarios palaciegos con subida de sueldo se niegan a divulgar la lista de invitados a un acto pagado con fondos públicos. Este comportamiento sería delictivo en Buckingham Palace o la Casa Blanca, cuyos ´logs´ registran exhaustivamente los datos de toda persona que alterne con los Jefes de Estado. Entre otras cosas, para que no se cuele un Pequeño Nicolás o un Gran ´black card´ Spottorno, el espeluznante prototipo de cortesano que presidió el recambio de Reyes poco antes de verse envuelto en el escándalo de los pornográficos regalos de Cajamadrid.

Tal vez por falta de tiempo, Felipe VI no ha modificado un ápice el funcionamiento de un palacio anquilosado, que enumera la extracción de los mallorquines con desidia colonial. El acto de anoche carece de vínculo alguno con la nueva política. Entre los cuatrocientos invitados abundan las personas decentes, pero cabe felicitar a los organizadores de que también estén todos los que no son. Gracias a ello, extramuros de La Almudaina se respiraba una inmejorable calidad democrática. El Pequeño Nicolás excusó su asistencia, otra vez será.

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