Después del insulso Terminator se agradece que otros productores, (los de Mad Max, o la Marvel en este caso) mantengan el principio de que el cine taquillero de acción no está reñido con la inteligencia. El personaje Ant-Man nació como un verso libre de Los Vengadores. Sobre la idea planteada por Jonathan Swift hace tres siglos de unos humanos minúsculos hay precedentes en el cine como la inquietante La mosca o la entrañable El increíble hombre menguante. Stan Lee y Jack Kirby adaptaron esa idea a su universo de super-heroes.
El cogollo de Ant-man es muy similar a otros cómics: científicos con o sin escrúpulos experimentando y empresarios sin complejos pescando en río revuelto. Los temas, también inmemoriales, son la codicia, la envidia y la rectitud frente a tentaciones poco o nada éticas. Siendo todo previsible, guionistas y actores han sabido darle vidilla. Quizás porque les han quitado presión se han permitido abrir la espita cómica sin llegar a caer en la parodia o el esperpento. La elección de Paul Rudd (curtido en la cuadra de Judd Apatow) como protagonista y coguionista es clave. Otro pilar es Michael Douglas, muy metido, sobrio y convincente, en un papel sencillo aunque no menospreciable. Evangeline Lilly (Perdidos, El Hobbit) suma igual motivación a su indudable belleza. Michael Peña (The Wire, Sin tregua, Corazones de acero) fuerza algo su comicidad pero es un buen secundario. La realización, aparte de muchas escenas concebidas para el 3-D, despunta en la escena en la que el prota casi se convierte en partícula cuántica, con leve semblanza al viaje astral de 2001. Amena, desinhibida, divertida adaptación del cómic homónimo.
Ant-Man el hombre hormiga
***½
Nacionalidad: Estados Unidos, 117 min.
Director: Peyton Reed.
Actores: Paul Rudd, Michael Douglas, Evangeline Lilly, Michael Peña. Cines: Rivoli, Ocimax, Porto Pi, Cinesa Festival Park, Multicines Manacor
