La noche del viernes pintaba bien y como prometía ser larga, decidí hacer una primera parada en el mercado de San Juan, el nuevo recinto de S'Excorxador, donde sus propuestas gastronómicas serán una de las visitas indispensables del verano. Ya con las pilas cargadas, puse rumbo a una de las citas más tradicionales del verano mallorquín, la fiesta del bar Flexas, que este año soplaba sus once velas. El ambiente era muy diferente y variopinto. Los asistentes a este peculiar aniversario disfrutaron de la velada. El aire olía a igualdad, a libertad. No podíamos pedir más.

Tortilla y vino, buena combinación

Me dirijo a s'Escorxador decidida a estrenar esta iniciativa del mercado de San Juan. No conservaba muy gratos recuerdos de mi última cena en uno de los bares del antiguo matadero. Por sorpresa, fue entrar en el nuevo recinto y respirar un ambiente muy cool y alegre. Y aún no había catado la famosa tortilla de Honorato Espinar, el participante del programa TopChef.

Un amable camarero me condujo hasta el lugar dónde se celebraba esta cata de tortillas españolas guiada por el concursante mallorquín. Lo distinguí de lejos. Su camiseta con el lema, Yo soy Honorato, fue mi guía. En el moderno mercado se disfruta comiendo. Nada más entrar, sus mesas infinitas con taburetes captan la atención de los comensales. En otras ocasiones este decorado es propio de algún comedor, pero aquí no. Le da un toque de finura y de atracción. Con las presentaciones hechas, Honorato me prepara una tortilla de sobrassada, especialmente apetitosa. El chef era como en la pequeña pantalla: bromista y natural. Durante la cata, todo el rato bromeaba y sus gritos llamaban la atención del público. Me arrancó las primeras risas de la noche.

Una fiesta 'Cantri' con vaqueros, pelucas y a lo loco

Ya dispuesta a pasármelo bien, mi próxima parada fue la famosa fiesta del bar de la Terremoto de Alcorcón en el Parc de la Mar. Vueltas y más vueltas en busca de aparcamiento, señal de la cantidad de gente que asistió al evento. De lejos ya se distinguía el escenario y su decorado: dos piernas femeninas de entre las cuales entraba y salía el elenco, dejando poco a la imaginación. Entre el público, gente de todas las edades. Niños, y no tan niños, acudieron disfrazados acorde a la temática.

Una noche llena de sorpresas, sopresas inimaginables

El follón era impresionante. Pepa Charro no se bajaba ni un minuto del escenario para atender a sus invitados. No paró de bailar, de cantar y de animar al personal. Fernando Estrella, Vivian Caoba o Willy Canela, entre otros, se apropiaron del escenario La sorpresa llegó a las doce de la noche. Nada más y nada menos que "el rey del country mallorquín", Tomeu Penya. El cantante fue galardonado por la Terremoto con una langosta de oro. Pero eso no fue todo. A continuación Pepa Charro anunció otra actuación estelar y Los Manolos irrumpieron en el escenario. No faltaron su All my loving o El muerto vivo. En una sola palabra: espectacular.