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Crítica de cine

Perdidos

La comedia ha sido siempre, y con diferencia, el género más difícil. Exige talento y experiencia, apreciables, por ejemplo, en el equipo creativo de Ocho apellidos vascos. Es necesario además un guión con premisa original, unos personajes trabajados, con matices, con encanto; y una dirección con criterio y personalidad. La comedia blanca, aceptada en la pantalla pequeña, es tierra de nadie en la grande.

Ahora o nunca es un ejemplo. Argumento: un par de pánfilos (Rovira y Valverde) deciden casarse en Inglaterra pero el novio y la mitad de invitados quedan varados en España un día antes por huelga de controladores. Hasta ahí podría pasar. El segundo acto, en vez buscar la simplicidad (sugerencia, potenciar la road movie a través de Francia) y afinar las virtudes y miserias de los personajes, se pierde entre molinos como recalada en Amsterdam y segundo cierre de aeropuertos por un volcán, la confusión entre la maleta con el traje de la novia y otra con un uniforme de Franco, el chantaje a la novia tras un exceso etílico en su despedida de soltera o la ingestión de un pastel con psicotrópicos inspirado en los abuelos de Artá con homenaje a La leyenda del indomable. Es un guión de limitadas carcajadas, sin mala leche, exagerado, inverosímil. La directora del filme intenta camuflarlo con un ritmo trepidante, insertando subtítulos, cámaras pseudocaseras de video, y temas pop machacones o lagrimeros. Sólo los actores aguantan el tipo y merecen la asistencia al cine. Excelentes los más curtidos en comedia, Dani Rovira, Clara Lago o el coro de amigas; limitada en registros cómicos pero buena actriz aún así, María Valverde.

Ahora o nunca

españa, 84 min.

**½

Director: Maria Ripoll

Actores: Dani Rovira, María Valverde, Clara Lago

Cines: Augusta, Porto Pi, Ocimax, Cinesa FestivalPark

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