Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Son Peretó acumula ya 150 tumbas descubiertas solo en la parte excavada hasta ahora

Muchos son aún los misterios que encierra el yacimiento paleocristiano más importante de Mallorca, abandonado a principios del siglo VIII por un incendio

Son Peretó acumula ya 150 tumbas descubiertas solo en la parte excavada hasta ahora Dos voluntarios sacan a la luz un nuevo esqueleto de una tumba cercana a la basílica.

Muchos son los interrogantes que aún envuelven el yacimiento paleocristiano de Son Peretó, en el término municipal de Manacor. Desde su uso concreto, hasta sus años de ocupación, quienes fueron sus primeros habitantes, si se trata de la ciudad romana perdida de Guium, o si el incendio que provocó su abandono fue fruto de la mala suerte o del ataque de los nuevos colonos musulmanes. Aunque lo poco excavado da alas a imaginar que no se trata en absoluto de un poblado menor. Por ejemplo, con las excavadas esta temporada ya se contabilizan hasta 150 tumbas en la apenas media hectárea estudiada, lo que da una idea de su magnitud.

"Estos dos enterramientos que estamos sacando a la luz están muy bien conservados. También las tumbas, que conservan las losas verticales de separación o las tejas planas donde se colocaba el cuerpo", dice el codirector de la excavación, Mateu Riera, mientras los señala, "uno de ellos era el de un joven de unos veinte años, que por su dentadura vemos que podría haber muerto de una infección en una muela". Otro de ellos lo hizo de un hachazo en la cabeza.

La media de edad no era muy elevada en el tiempo en que Son Peretó estuvo ocupado, entre la ocupación romana (las tumbas están fechadas entre los siglos V y VI dC) y la primera mitad del siglo VIII, cuando el incendio arrasó lo que después se convirtieron en viviendas, almacenes o talleres, "estaba entre los 35 y 45 años para los hombres y algo menos para las mujeres", recuerda Magdalena Salas, responsable del Museu d'Història de Manacor, cuyo Ayuntamiento responsable aporta cada año 13.000 euros para tres semanas de campaña más los dos meses de catalogación y estudio de los restos.

Y aunque algo menos que hoy en día, sus habitantes tampoco eran bajos: "La media se situaba entre los 1,65 y 1,70 metros aproximadamente", detalla el antropólogo Llorenç Alapont, parte del grupo de expertos y voluntarios que ayer seguían excavando, alguno incluso llegados de los Estados Unidos o México.

Su basílica paleocristiana, la más grande de Balears y una de las dos únicas que se conservan en Mallorca, tenía una capacidad para entre 300 y 400 fieles, lo que de nuevo ofrece una aproximación a la importancia estratégica de Son Peretó. Son muchos los agricultores de fincas a la redonda que siguen encontrando restos cuando labran sus tierras.

Compartir el artículo

stats