Una semana después del intento de expolio por parte de las monjas de Sant Jeroni, el Obispado ha roto su silencio y denuncia en un comunicado que las religiosas les impiden el acceso al convento. "A pesar de las reiteradas solicitudes verbales y por escrito, las monjas jerónimas continuan sin permitir el acceso al recinto de ningún representante del Obispado, por la cual cosa no ha sido posible llevar a cabo las actuaciones de conservación y de seguridad adecuadas, que este Obispado podría realizar ya que cuenta con los medios para llevarlas a cabo", razona en el escrito en el que aprovecha para recalcar que el monasterio de Santa Isabel es de su propiedad. "Está inscrito en el Registro de la Propiedad a nombre del Obispado de Mallorca", reitera.

El comunicado concluye con el deseo de la Diòcesi de Mallorca de establecer un "diálogo sincero y fructífero" dirigido a lograr una "solución definitiva y consensuada en beneficio de las personas y del patrimonio artístico". Asimismo, lamenta la controversia surgida en 2014 con las monjas jerónimas a raíz de su traslado "voluntario y por propia iniciativa" al monasterio de Inca. Además, el Obispado abunda en su voluntad de diálogo y de llegar a un consenso. "La Diòcesi de Mallorca en todo momento ha actuado de acuerdo con la legislación civil y canónica, valorando la presencia continuada de las monjas jerónimas en este monasterio", concluye el comunicado.

Fue el pasado martes cuando el Obispado paralizó la salida clandestina de obras de arte protegidas del monasterio de Sant Jeroni, que lleva cerrado un año tras varios siglos acogiendo a religiosas de clausura. Sus antiguas moradoras pretendían llevarse de forma clandestina numerosos cuadros de incalculable valor.

Ahora, técnicos de Patrimonio del Consell supervisan desde el lunes la reubicación de las distintas piezas que las monjas intentaron trasladar desde el convento de Palma al de Sant Bartomeu de Inca hace una semana. Una operación clandestina que debería haber sido castigada por el Consell al tratarse de un Bien de Interés Cultural que no puede ser separado en su conjunto. La institución insular ha justificado la actitud de las religiosas y ha aprobado un plan diseñado por ellas mismas para la restitución de la obras.