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Crítica de música

Animal farm

El mismo Stravinsky apartó las partes vocales y adaptó las otras para reescribir una Suite orquestal que fue la que abrió el pasado jueves el último concierto de la presente Temporada de abono de nuestra Orquestra Simfònica.

Con unos primeros compases un tanto deshilvanados, la pequeña formación interpretó de forma más que correcta esos movimientos neobarrocos que simbolizan las historias de los personajes italianos, entre lo humano y lo onírico, llenos de referencias (a algunos de ellos se les observan analogías felinas, simias o de otro animal).

Cada uno de los solistas (de hecho cada instrumentista tiene su momento) dio una lección de buen hacer. Los metales, dubitativos en algún compás, también. Y es que todos los músicos son iguales, aunque algunos son más iguales que otros.

Nuestra Orquestra versionó sin fisuras esa partitura genial. Pablo Mielgo, muy atento a las entradas, conjuntó bien la formación.

(¿A qué viene lo del cerdito valiente del título?

Pues que el tema más conocido de esa obra dio pie a la canción If I had the words de Yvonne Keely y fue utilizado como parte de la banda sonora de la película Babe, el cerdito valiente. Eso sí, de forma distorsionada, pero reconocible).

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