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Reportaje

50 años de amor por la música

El coro del Colegio de Sant Francesc celebra el viernes sus bodas de oro con un concierto donde antiguos miembros revivirán la experiencia al compartir escenario con los actuales cantantes - El fundador Antoni Riera, Juan Carlos Feliu, Pau Ferrer y Gori Mut hacen un repaso de estas cinco décadas

El amor por la música, la disciplina, la amistad, el sacrificio de pertenecer a un coro son algunos de los valores que año tras año se ha infundido en la formación Nins Cantors. Unos valores que se han esparcido de generación en generación hasta llegar a conmemorar las bodas de oro de la agrupación de Sant Francesc de Palma. El colofón de esta pasión por la música se vivirá el próximo viernes a las 20 horas en la basílica de Sant Francesc, cuando los actuales integrantes de Nins Cantors estarán arropados por exmiembros de esta formación entonando tres "clásicos" como La Bamba, El Vito y Estrella de l'Auba, además de su himno Som cantaires de Mallorca de Antoni Martorell. La coral femenina del colegio y la de adultos, bajo la batuta de Joan Rosselló (organizador del acto) también abrigarán a los pequeños coristas en su gran fiesta de cumpleaños. Tres de ellos recibirán su tan esperado regalo: la insignia de oro por sus 10 años como Nins Cantors. Ellos son Pau Ferrer, Xavier Crespí y Toni Font.

"Preparar el concierto del 50 aniversario me ha servido para corroborar la gran estima que los excantantes tienen al coro. Ser un niño cantor nos ha dejado una huella en la vida de todos", asevera Rosselló, que a los ocho años se incorporó a la formación y luego ya de adulto fue subdirector durante ocho temporadas.

Cuatro generaciones

DIARIO de MALLORCA ha reunido a cuatro generaciones de Nins Cantors, cuatro personas de distintas edades que comparten un mismo sentimiento: su estima por el coro y el orgullo de ser o haber sido un niño cantor. Antoni Riera, popularmente conocido como Frai, fue el responsable con tan solo 24 años de sembrar esta semilla que ahora conmemora su 50 aniversario. "Significa un éxito personal", reconoce halagado. El que llevó la batuta durante 42 años comparte charla con Juan Carlos Feliu, que se incorporó al coro en 1973 con tan solo ocho años, cantó y actuó como ayudante del director hasta 1986. A Riera de 74 años y a Feliu de 49, se suman dos cantantes en activo: Pau Ferrer, de 18 años, y Gori Mut, el pequeño de esta gran familia. Tiene 10 años, se estrenó como niño cantor con tan solo cinco años y es el actual Sibil·la de Sant Francesc.

"Yo no me di cuenta pero mis padres me apuntaron al coro", confiesa un inocente corista. Luego, el director emérito explica que, como si se tratara de un ojeador, se encargaba de buscar potenciales cantantes en las aulas del colegio. Una vez seleccionados los candidatos, hablaba con sus padres sobre la posibilidad de integrarse al buque insignia de Sant Francesc. Plena dedicación, constancia y disciplina son los secretos que han llevado a esta coral de niños a soplar sus 50 velas. "Tiene mucho mérito que un coro integrado por niños llegue a los 50 años. Las niñas son el futuro de las corales. Dirigir a niños es mucho más complicado porque hay que tener en cuenta que a los doce o trece años cambian la voz y tienen que empezar de cero en otra cuerda. Se pierde un año aprendiendo de nuevo el repertorio", asegura Rosselló.

¿Y qué ha significado pertenecer a un coro como el de Nins Cantors? Riera, como fundador, acoge estas bodas de oro como "un éxito personal". "Es como si lo hubieras parido. El coro ha sido tu hijo y los cantores hemos sido tus nietos", espeta Ferrer. "El coro es más que un sentimiento", interviene Feliu. "Ha sido un conocer gente y aprender unos determinados valores como el sacrificio, el contacto con otros coros y los viajes. Me ha servido mucho todo lo vivido para luego aplicarlo a lo largo de mi vida", ilustra. "Pertenecer a Nins Cantors ha sido la manera de integrarme dentro de la música y lograr que la música forme parte de mí. También ha servido para aprender música, disfrutar de ella y valorar las piezas clásicas", confiesa uno de los veteranos de la actual formación. El más pequeño responde claro y rotundo: "Nins Cantors significa aprender a cantar, hacer nuevos amigos y conocer nuevas canciones".

Concierto y partido de España

Y si de estas cinco décadas hay que elegir un momento, Pau Ferrer se queda con los viajes. "Los trayectos en bus se hacen infinitos. Los grandes se sientan detrás y son los que empiezan a entonar canciones para hacer más ameno el viaje. En la salida de Granada ya era uno de los mayores y entonaba las canciones. Me quedo con este momento", rememora Ferrer. Feliu elige el concierto de Navidad de 1983. "España se jugaba la clasificación para la Eurocopa contra Malta. Un compañero se pasó todo el concierto con una pequeña radio escondida y nos iba retransmitiendo el partido. Durante la actuación, perdió la frecuencia y salió corriendo a la sacristía a resintonizar la radio y seguir el partido que terminó con un 12 a 1", relata Feliu.

El coro fue fundado en noviembre de 1965 por el franciscano Antoni Riera, actual director emérito. Después de varias intervenciones en festivales, su primer concierto fue en Sóller en mayo de 1967. Este mismo año, representó a Balears en el Festival Nacional de Villancicos en Madrid. Sus voces han recorrido casi todos los pueblos de la isla, además de Menorca y Eivissa. Madrid, Barcelona, Toledo, Zaragoza, París o Lyon son algunas de las ciudades que han acogido las actuaciones de los Nins Cantors en sus 50 años de historia. Destacan su participación en el Congreso Nacional de Pueri Cantors en Toledo en 1968 o su actuación en representación del Estado Español en el Concierto de las Naciones que tuvo lugar en el Palau de la Música Catalana a finales de los 90. En sus mejores años han llegado a ser 82 cantores. Desde el año pasado, Roger Berenguer es el encargado de llevar la batuta de un coro que ha sufrido un importante descenso de cantantes. "Ahora son 26 pero hasta el año pasado no bajaban de los 60", asegura Riera. "Ha habido un cambio de director y hay que adaptarse a las nuevas circunstancias", coinciden. Antoni Riera lleva el coro en el corazón y no duda en decir lo que se debería hacer. "Yo empezaría de cero. Hace falta sacar las voces. No es necesario ser 60 cantantes. 16 son suficientes pero hay que sacar jugo a sus voces", dice un director emérito con ganas de seguir dándolo todo para ver crecer a su coro. "Ahora está en un punto de inflexión. Después de 50 años, hay que regenerar la coral", opina Riera, quien confiesa que si por él fuese seguiría llevando las relaciones del coro pero "por políticas del colegio" se ha quedado como director emértico. La suya ha sido una vida dedicada a los Nins Cantors, una experiencia cargada de mucha paciencia y también de saber descolgar el teléfono y pedir perdón si en algún ensayo había perdido los nervios. "Si uno quiere calidad, el nivel de exigencia es muy grande", resume.

La música, la esencia del acto

"La esencia del acto es la música porque se conmemora el 50 aniversario del coro", explica Feliu. "El programa será variado e incluirá temas desde música sacra a la actual", adelantan los cantantes. En total, se representarán una decena de canciones a cuatro voces. Eso sí, en el concierto del viernes habrá alguna que otra sorpresa que evidentemente no pueden desvelar. Los Nins Cantors detallan que la idea surgió a principio de curso y en Navidad Joan Rosselló puso en marcha los preparativos de la actuación conmemorativa del 50 aniversario.

Rosselló es el encargado de preparar las canciones con los antiguos componentes del coro. Llevan un mes y medio ensayando y cada viernes se suman nuevas voces que no se quieren perder esta fiesta. Así, casi medio centenar de excantantes arroparán a los 26 niños cantores. "Hace 20 años que no cantamos y todos tenemos muchas ganas e ilusión de que llegue el día del concierto", desvela Feliu. "¿Celebraremos el 100 aniversario?", pregunta Mut. "Yo creo que sí", se responde él mismo. "Esperaba que llegase este momento pero lo veía muy lejos", concluye Riera.

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