­La obra Cuando deje de llover ha fue ayer la gran ganadora de la XVIII edición de los Premios Max de las Artes Escénicas, que tuvo lugar en la Sala BARTS, en pleno Paralelo barcelonés, en una gala muy reivindicativa sobre el IVA cultural. En la ceremonia, la obra Fuenteovejuna. Breve tratado sobre las ovejas domésticas, en la que actúa la actriz mallorquina Rosa Serra, se alzó con uno de los dos galardones a los que estaba nominada, a la Mejor adaptación o versión, un premio que recogió Anna Maria Ricart. Mientras, la veterana de la escena, Blanca Portillo, ganó el Max a la Mejor interpretación femenina protagonista por su papel en El testamento de María, basado en la novela de Colm Toibin y dirigida por el mallorquín Agustí Villaronga.

Cuando deje de llover obtuvo tres de los galardones más prestigiosos de la noche, el de Mejor dirección de escena, para Julián Fuentes Reta; el de Mejor actriz protagonista, para Susi Sánchez, y el de Mejor espectáculo de teatro.

En la misma velada, la obra El triángulo azul fue reconocida con otros dos galardones: el de Mejor diseño de espacio escénico para Arturo Martín Burgos, y el de Mejor autoría teatral para Laila Ripoll y Mariano Llorente.

El veterano Lluís Homar sumó un galardón más a su carrera al ganar el Max al mejor actor protagonista por Terra Baixa i Lluís Homar, una adaptación de la obra de Àngel Guimerà en la que el actor catalán interpreta todos los personajes.

A ritmo de musical y revista del Paralelo, el mundo del teatro reivindicó reiteradamente durante la noche la bajada del 21% de IVA que soporta el mundo de la cultura y el espectáculo.

"Con el culo al aire"

La alusión más directa a la reivindicación salió de la boca de Rosa María Sardà, quien, tras recoger el Max de honor, dedicó su discurso a "nuestros gobernantes" a los que quiso regalar un producto tan catalán como "una buena butifarra, para que les aproveche durante las largas vacaciones que espero que tengan pronto". En su intervención, criticó a los políticos que "nos quieren dejar con el culo al aire", pero aseguró que "no lo van a conseguir porque la cultura es importante para el crecimiento y supervivencia de los pueblos".

En la misma línea, Pepón Nieto, ganador del Max al mejor actor de reparto, se mostró crítico con "los que nos ningunean y que durarán poco tiempo, pero los que pertenecemos a la profesión permaneceremos".

La actriz cómica Loles León recurrió al humor para criticar al gobierno por el IVA cultural: "Nos quieren tanto, que nos han dado tres veces el 7% de IVA, porque saben que es el número de la buena suerte en el teatro".

Otra de las reivindicaciones que planteó por la gala fue el reconocimiento de las víctimas españolas del fascismo con motivo de los dos premios a la obra El triángulo azul, protagonizada por unos exiliados españoles encerrados en el campo de concentración de Mauthausen.

Los autores de El triángulo azul, Laila Ripoll y Mariano Llorente, dedicaron el Max a la mejor autoría teatral a "los 9.000 españoles presos en Mauthausen y a los 120.000 que todavía están en las cunetas esperando verdad, justicia y reparación".

Susi Sánchez tuvo palabras de recuerdo para la gran ausente de las nominadas, la recientemente fallecida actriz Rosa Novell, que competía con ella, "esta noche más presente que nunca en nuestros corazones". Nombres como el de Rosa Novell, Amparo Baró, Pedro Reyes, Pedro Peña o Ana María Matute aparecieron en la pantalla en el momento más emotivo de la noche, cuando se recordó a las personas relacionadas con la escena fallecidas en los últimos meses. Israel Galván y Rocío Molina fueron los estandartes de los premiados de danza en los Max con sus galardones al mejor bailarín principal, por Fla.co.men, y a la mejor coreografía, por Bosque ardora.

En un guiño a los espectáculos del Paralelo donde se encuentra el BARTS, las presentadoras , Carme Conesa, María José Peris y Teresa Vallicrosa, cantaron algunos números de revista, no muy lejos de teatros míticos como el Arnau o el Apolo. Precisamente, la actriz Ana María Barbany, dirigiéndose a la platea, donde estaba el candidato a la reelección por CiU Xavier Trias, preguntó: "alcaldables, mirad el Teatro Arnau que pena que da, está ahí y nadie lo arregla", en relación a la histórica sala, abandonada desde hace años.