Más de 200 grabados de José Luis Galicia esperan una segunda vida después de ser rescatados de la basura. Una conocida página web de compra-venta ofrece las obras de arte de este pintor madrileño por un precio de 14.000 euros. Unas piezas que se venden desde Mallorca. ¿Cómo acabaron las pinturas en el montón de cosas para tirar?
Relata Nancy Villagran, el contacto al que llamar para adquirir los cuadros, que "estaban junto a una serie de muebles y espejos que pertenecían a un hotel de la zona de Calas de Mallorca que se estaba rehabilitando". "Me llamó la atención que estuvieran en la basura y preguntamos al encargado de la obra si todo aquello estaba para tirar y si nos lo podíamos llevar. Nos dijo que 'sí'", explica Villagran, responsable de una asociación sin ánimo de lucro y con una tienda (Recicl-art.e) dedicada a artículos de segunda mano en Manacor. "Con la furgoneta nos llevamos los cuadros y los espejos, porque los muebles ya no nos cabían. Veníamos de hacer una ruta por la zona para recoger mobiliario y enseres viejos que la gente iba a tirar. Habitualmente recorremos la zona de Cala Millor y Calas de Mallorca", refiere. Entre las piezas rescatadas y firmadas, "hay tauromaquias y otros más abstractos, algunos acabados a mano, y todos ellos están datados entre 1964 y 1972", detalla. "Soy aficionada al arte, me gusta mucho. Entonces me puse a investigar sobre la figura de José Luis Galicia. Es obra muy buena, yo me he quedado cuatro piezas suyas. Que esté tranquilo porque han caído en buenas manos", señala Villagran.
Quien rastreó las obras en la página web y se puso en contacto con DIARIO de MALLORCA es el guardia civil Joaquín Palacios, quien desarrolla su trabajo en la Policía Judicial desde 1980 y en la actualidad desarrolla sus funciones como especialista en Investigación Criminal en el Grupo de Homicidios en la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. El agente, especializado en arte contemporáneo, explica que también colabora con el cuerpo en la investigación de robos y falsificación de piezas artísticas. "Curioseo mucho por internet la compra y venta de arte, las subastas, etc...", indica. "Un día vi que en una web se ofrecían estos grabados de José Luis Galicia", comenta, "y llamé por teléfono para preguntar por su procedencia". "Cuando me comentaron que se los habían encontrado en la basura, pensé inmediatamente que se trataba de un caso muy elocuente de lo que sucede con la cultura, que está viviendo tiempos oscuros, y de la falta de sensibilidad hacia la misma", opina el agente.
El propia artista, informado del suceso por Palacios y después por este periódico, manifestó que es una situación "que puede ocurrirle a cualquiera" y "que denota un poco de ignorancia". "En todas las épocas han sucedido cosas así. Por ejemplo, en la Alemania de la II Guerra Mundial, la gente tiraba las bonitas lámparas art déco por otras más modernas. Y un señor las fue guardando todas y después se hizo multimillonario vendiéndolas", comenta. "No quiero dramatizar, son esas cosas raras que le suceden al arte", subraya.
Galicia explicó que a través de la histórica galería Biosca de Madrid vendió en los 70 una cantidad elevada de grabados a hoteles de Mallorca y del Levante español. "El dueño de la galería tenía también una fábrica de muebles en Barcelona y montaba el mobiliario de muchos establecimientos del país. Me compró como dos o tres mil grabados que también acabaron en esos hoteles", apunta. "Ahora esos hoteles que abrieron en los 70 se han remozado y desmontado, y en muchos de ellos la decoración sigue la moda minimalista. Sé que mucha gente se ha quedado con esa obra que ya no está en los establecimientos y que parte de la misma se ha vendido bien por EE UU", apostilla.
