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Cómic

Guillem March da el salto al cómic francés

El mallorquín publicará en mayo con el prestigioso sello Dupuis 'Monika', un thriller femenino - Continuará colaborando con el mercado americano

Portada del primer volumen de ´Monika´.

El talento mallorquín gana presencia en el cómic francés, el segundo mercado de la historieta más importante del mundo. El último fichaje ha sido el de Guillem March, conocido por su trabajo en DC Comics (Batman, Catwoman o Poison Ivy). El dibujante ha invitado a DIARIO de MALLORCA a su estudio para conocer de cerca el proyecto que editará Dupuis -una de las editoriales más importantes del universo franco-belga-, un thriller contemporáneo en dos tomos titulado Monika. En el momento que recibe a este rotativo, March se halla coloreando una página de la segunda parte del cómic, que ha de entregar en mayo, fecha en que se publicará el primer tomo, titulado Les Bals Masqués (Los bailes de máscaras). "Es un trabajo muy diferente al que realizo con los americanos. Los editores franceses buscan exprimir más el nivel artístico del autor, en cambio, los estadounidenses son más gestores de equipos creativos", sostiene. Tal exigencia le impone a March exprimirse al máximo, un esfuerzo que se traduce en muchas horas de trabajo. "Ahora mismo, una página me está llevando entre tres y cuatro días", relata. Un proceso que se ha ido acelerando desde que empezó con el cómic, hace cuatro años.

El proyecto de Dupuis le llegó al mallorquín hace un lustro. El editor del sello, Louis-Antoine Dujardin, ya había contactado con March años antes en el Salón del Cómic de Barcelona para que participara en un álbum colectivo sobre vampiros titulado Sable Noir. "Cuando les llegó el guión de Monika, elaborado por la escritora belga Thilde Barboni, pensaron en mí y me insistieron bastante. A mí me apetecía mucho embarcarme en el proyecto, pero en esos momentos tenía una cláusula de exclusividad en mi contrato con DC", explica. Cuando tomó la decisión de dibujar Monika, negoció con la factoría americana poder trabajar con Dupuis y compaginó ambas tareas. Finalmente, la balanza se ha inclinado por el thriller franco-belga, "pues precisa toda mi energía, es un proyecto vital", concede. "Pese a ello, me interesa continuar en el mercado estadounidense. Ahora soy freelance y hago portadas para DC y Marvel. Las últimas que he hecho son para Spiderman y la serie Wolverines", revela.

Guillem March en su estudio.

El dibujo de March se inclina más hacia el realismo en este cómic adulto que narra la búsqueda por parte de la protagonista de una hermana desaparecida. "Esto no son superhéroes y por eso no he perseguido tanto el efectismo", señala el dibujante. El hecho de que la protagonista se disfrace y adopte distintas personalidades -algo que llega a confluir con su faceta de artista de performance y pintora- como treta para conseguir información y resolver la desaparición de su hermana le brinda a March la oportunidad de dibujar a la protagonista de maneras muy diversas y con muchos detalles. Llama la atención que múltiples imágenes de la actriz francesa Eva Green (Sin City 2 ó 300: El origen de un imperio) se adueñen de una de las paredes del estudio del mallorquín. Un rostro en el que pensaba la guionista cuando escribía esta historia, en la que también tienen cabida las amenazas terroristas, los entresijos políticos o incluso la ciencia ficción. "Al final, creo que no se parece demasiado a Green", reconoce March. "Con esta guionista he tenido mucha libertad porque los textos que ha escrito son muy abiertos y todas las soluciones que he ido aplicando le han gustado mucho", comenta.

Gran parte de los esfuerzos del isleño de 35 años se han centrado en el aspecto pictórico y en el color, responsabilidad suya al cien por cien en unas páginas que, además de en Francia y Bélgica, también podrán leerse en España (Diábolo Ediciones) o en Alemania (Panini), a la espera de que otros países adquieran los derechos. "A diferencia con el mercado americano, la obra y los personajes son propiedad también tanto de la guionista como mía", puntualiza. El segundo tomo de Monika -Vanilla Dolls- está previsto que se publique en septiembre.

El mallorquín, un autodidacta del dibujo (su formación universitaria se circunscribe a la Economía), trabaja como un artesano. Necesita trazar sobre el papel a los personajes, a los que les da color con la acuarela y rotuladores difuminados. "A veces pongo en práctica trucos poco académicos porque no tengo formación en Bellas Artes", confiesa. Sin embargo, el resultado es espectacular. Su estilo orgánico (el que imprime la mano) es retocado después levemente con el ordenador tras la digitalización de las imágenes.

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