El tabaco sigue siendo la primera causa de muerte evitable en España. Cada año fallecen más de 50.000 personas en España, según el Ministerio de Sanidad, de las que unos 1.500 son fumadores pasivos. La ley antitabaco que se aplica desde 2011 es "efectiva", en opinión de los profesionales que luchan contra el humo pero hace falta "más". Sobre todo, tal y como dice el jefe del Servicio de Neumología de Son Espases, Ernest Sala, "no hay que saltarse la norma, porque hay espacios públicos donde está prohibido fumar y se continúa haciendo".

Ver consumir tabaco en patios de institutos, parques infantiles y entorno de hospitales es habitual, pese a su prohibición. "Es frustrante ver ceniceros llenos en las puertas de hospitales", reconoce la doctora especialista en neumología Antònia Fuster. "Y algunas de esas colillas son de personal sanitario. No es un buen ejemplo", lamenta.

La doctora Fuster aplaude que haya disminuido el número de fumadores pero alerta del "incremento" que se ha producido en el consumo del cigarrillo electrónico, tan dañino, según los expertos, como el tabaco para el fumador pasivo. Las últimas investigaciones concretan que la presencia de nicotina y de partículas en casas donde se fuma cigarrillos electrónicos es diez veces superior a las viviendas en las que no se fuma, con unos valores que giran en torno a los 10 microgramos por metro cúbico que están por encima de los límites que aconseja la OMS.

Otra advertencia: compartir casa con un fumador es "como vivir en una ciudad fuertemente contaminada como Pekín". Convivir toda la vida con un fumador equivale a fumar un cigarrillo al día durante un año.