-Para que se haga cargo del tipo de entrevista: "¿La voz puede ser más seductora que el cuerpo?"

-Absolutamente, en la voz viajan matices más inmediatos que en el cuerpo. He estado con personas de aspecto físico desastroso, y me he enganchado más a lo que escucho que a su apariencia.

-Usted utiliza su cuerpo como arma de seducción.

-Tal vez de forma involuntaria. En cambio, he utilizado la voz como arma de seducción de forma absolutamente consciente y deliberada. Desde que tengo uso de razón, a mi alrededor pasan cosas cuando abro la boca y canto.

-Hablamos por teléfono, ¿cómo sabe qué soy yo?

-Por el ritmo del habla, por la velocidad, por la fonética. Dispongo de elementos suficientes para saber que no eres otro.

-¿Cataluña envió buenas voces al Congreso?

-Desde el punto de vista estrictamente acústico, eran buenas, aunque estaban faltas de entrenamiento en una fonética desconocida. Ahora bien, su eficacia política no dependía de la vocal.

-La entrevisté hace diez años, y seguimos con ´Operación Triunfo´ y sus secuelas.

-Son tópicos que forman parte de mi carrera y que se utilizan como referentes inmediatos, pero soy más que un tópico. El éxito de esos concursos demuestra hasta qué punto seduce la voz. Contemplar a un cantante es como maravillarse con las piruetas y virtuosismos de un deportista con una pelota. Somos atletas de la comunicación.

-Y sin embargo, necesitamos más silencio.

-Lo busco desesperadamente. Te hartas de comer el mismo plato cada día.

-Silvia Pérez Cruz dice que no escucha música en casa, para no contaminarse.

-La entiendo. Me pasé años escuchando mucha música, necesitaba empaparme y nutrirme de referentes. Hoy escojo con cuidado, y me decanto por las composiciones instrumentales.

-Su libro transmite un egoísmo bien llevado.

-No me reconozco en el egoísmo, porque me faltan vanidad y ambición. Sí que tengo conciencia de mí misma, la fama me ha obligado a mantener los pies bien atados a la tierra. El libro me ha ayudado a reflexionar sobre mi oficio.

-Ha querido ser sincera, ¿duele?

-Sí, y también hace bien. La factura final de escribir un libro es positiva, muy terapéutica. No me lo planteé desde la perspectiva de desnudarme pero, conforme avanzaba, me vi obligada a meditar y a revivir experiencias que no me gustaban. Sin tenerlo planeado.

-¿Le gusta juzgar a los demás?

-No, lo paso fatal al poner notas en clase. Tampoco soporto a quienes critican a los demás, y doy la espalda a las personas que lo hacen. Utilizo un escáner con la gente que tengo delante, para saber con quién trato.

-¿Siente que debió llegar más alto como cantante?

-Sí, y lo vivo como una frustración. Mi carrera musical se truncó, y me gustaría que hubiera sido más normalizada, con discos y conciertos. Por suerte, la interrupción me llevó a engancharme al teatro, donde encontré mi casa. Llevo una espina clavada, y me la tengo que sacar con un disco.

-¿Cuál es el político con mejor voz?

-Felipe González. Tiene muy buen instrumento, y hace un excelente uso del mismo.

-¿Su secreto es el Pilates, profesora?

-Sí, es mi padrenuestro. Lo recomiendo profesional y personalmente, pero no a todo el mundo. Hay que buscar la actividad física con la que uno disfruta, sin dejarse guiar por lo que se ha puesto de moda o lo que te aconsejan.

-Una independentista que ha triunfado en Madrid.

-No me considero especialmente independentista. Soy catalana y me siento catalana, amo mi lengua y mi cultura. Sin embargo, mis abuelos eran andaluces, y amo mucho Andalucía. Me sentiría parte de una Cataluña independiente, pero aprecio la lengua castellana y los lugares con ese idioma donde siempre me han tratado muy bien.

-Confiesa usted que no le daba pereza abroncar a alguien.

-El escenario es sagrado. Cuando alguien hace el imbécil, le riño, no puedo evitarlo. El público no paga para que hagas el capullo. Fíjate, solo de pensarlo me salen palabrotas. Nunca toleraré que una persona con la que trabajo no tenga el máximo respeto a la función. Por eso he abroncado a compañeros, sin tener derecho a hacerlo.

-¿Qué cantante quería ser usted?

-Nunca he querido ser otra, estoy tan orgullosa de mi voz y de mi instrumento que no me asustaba que me compararan a Liza Minnelli cuando hice Cabaret. Ahora bien, si me preguntas por la mejor cantante de la historia, es Barbra Streisand.