Salas de hotel que se convierten en aulas improvisadas. Los intérpretes de Gavroche y Cossete en el musical de Los miserables son niños y niñas de 4º y 5º de Primaria que reciben lecciones académicas alejados de sus escuelas durante la gira que ofrece la producción por España.

Andrés Aranda y Minerva Bartolomé son los profesores encargados de impartir las asignaturas a estos alumnos. El método para que los niños no pierdan el ritmo escolar se basa en el contacto diario por correo electrónico con los docentes de sus respectivos colegios, para enseñar las misma lecciones que los alumnos que reciben clase de forma presencial.

Según Aranda, este procedimiento fomenta la autonomía de los niños y potencia que aprendan mejor y más rápido debido a los pocos integrantes que reciben la docencia. "Normalmente las clases tienen 24 alumnos y nosotros seis. Es una atención individualizada. Lo más difícil es unir los diferente desarrollos de sus escuelas, porque cada una aplica el temario de distinta manera".

Los dos educadores se reparten las materias para poder abastecer de conocimiento a estos pequeños de entre nueve y once años. Aranda se encarga de asignaturas como matemáticas o conocimiento del medio mientras que Minerva se responsabiliza de los idiomas. Plástica, religión o música son materias que se reparten entre ambos.

Para Nacho Rodríguez, Martina Vidal, Leo Aguilar, Sebastián Salas, Chiruca Báez y Ana Peréz, estas lecciones suponen una forma diferente de aprendizaje. "Es divertido estudiar en una clase reducida. Además tenemos tiempo para visitar las ciudades y hacer turismo", comentan los alumnos.

Un hecho inusual que muestra una forma diferente de recibir el proceso de formación académica. Con horarios parecidos a los de un colegio normal, los tutores organizan actividades culturales para los pequeños en los tiempos libres como visitas guiadas a la Seu o al Castell de Bellver.

Cuando cae la tarde, los asignados para la función se preparan para salir a actuar y los que descansan se retiran a sus habitaciones de hotel para desconectar y recuperar fuerzas para estar listos al día siguiente. Y es que según la normativa vigente, los menores no pueden actuar en más de una función diaria, así que se reparten los turnos para que no tengan una excesiva carga de trabajo.

El contacto con los progenitores para llevar un control del progreso de los hijos resulta fundamental. "Cada día llamamos a sus padres para explicarles cómo ha ido el día y cómo van evolucionando los niños", asegura Aranda.

Tanta tiempo juntos ha creado un vínculo entre docentes y pequeños hasta el punto de afirmar que "no somos sus tutores, también somos amigos, psicólogos, padres".

Curiosamente, Ignasi Vidal, que interpreta a Javert en la obra, es el padre de Martina Vidal, una de las niñas que interpreta a Cosette en el musical.