­Ivan Nagy, uno de los grandes bailarines del siglo XX, instalado en Mallorca desde hacía treinta años, falleció ayer en Budapest a la edad de 70 años.

Nagy fue primer bailarín de algunos de los principales ballets del planeta, como el del Metropolitan de Nueva York. Durante su aplaudida trayectoria compartió cartel con Barishnikov, Makarova o Nureyev.

"El ballet nunca será tan popular como el fútbol", vaticinó este bailarín de excepción en una de sus entrevistas concedidas en la isla. Húngaro de nacimiento, aunque nacionalizado británico, descubrió Valldemossa a finales de los años 70, pueblo que eligió para vivir junto a su esposa Marilyn.

Nagy también fue director artístico del prestigioso English National Ballet de Londres -una de las formaciones de baile clásico del mundo que más conciertos y recitales ofrece a lo largo del año- y actualmente dirigía el ballet de la Ópera de Budapest.