Directores de museos como el Reina Sofía, el Guggenheim de Bilbao o el Thyssen-Bornemisza y coleccionistas como la baronesa Carmen Thyssen o Alfonso Cortina, paseaban ayer por los expositores de las galerías presentes en la 33 edición de ARCO, que abrió sus puertas a coleccionistas y profesionales.

En un ambiente que se esperaba más optimista del que realmente se respira, ya se pudieron ver algunas ventas aunque los compradores se tomaron con calma la visita a los diferentes espacios en los que un año más la pintura es la gran protagonista, seguida de la fotografía, con pocas propuestas arriesgadas. Estrellas durante años, el vídeo y las instalaciones casi han desaparecido.

Ello hace que el recorrido por Arco sea menos sorpresivo ya que existe bastante contención y la tónica general es que se presenta un certamen poco rompedor, ya que en definitiva de lo que se trata es de vender y al parecer los galeristas confían más en apuestas seguras para acabar de forma positiva una semana que encaran desde posturas muy diferentes.

En estas apuestas seguras se llevan la palma los artistas españoles con presencia especial de Picasso, Miró, Juan Gris, Palazuelo, Jaume Plensa, Cristina Iglesias, Juan Usle, Manolo Valdés, Barceló, Luis Gordillo, Susana Solano, Eduardo Arroyo o Ballester.

Una de las galerías más concurridas fue IvoryPress, en cuyo expositor coincidieron la baronesa Thyssen, Álvaro Cortina, Jaume Roures, Leopoldo Rodes, Alaska y Mario Vaquerizo. "Estoy muy contenta. Han venido varios coleccionistas americanos que me han comentado que estaban sorprendidos de la altura de las obras mostradas y de la pureza de la feria", comentó la responsable de la galería Elena Ochoa.

Esta galería había vendido ya a primera hora tres obras de pequeño formato de Jerónimo Elespe y un cibachrome de Juan Usle. Dominando este espacio se encuentra una escultura de Ai Weiwei, valorada en 242.000 euros, y otra de Cristina Iglesias, a un precio de 200.000 euros.

Entre las galerías extranjeras, Stefan Ropke ha apostado por las fotografías de Robert Mapplethope, con precios que van desde 15.000 hasta una copia única de 180.000 euros.

Sorprendido con Arco paseaba por los pasillos el ministro de Cultura de Finlandia, país invitado de honor en esta edición, quien confesaba sentirse impresionado por la calidad de la feria. También se pudo ver en esta primera jornada a varios artistas, aunque menos que en otras ocasiones, entre ellos a Eduardo Arroyo para quien lo más importante es que todavía hay artistas jóvenes que tienen pasión.