­"Todos somos responsables de la supervivencia de una cultura", alertó la autora de ´La dona sense ulls´, novela presentada en catalán que se inspira en la vida de Ángeles Santos Torroella para abordar "la invisibilidad" que sufrió la mujer hasta mediados del siglo XX.

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"Hubiera preferido que el Ciutat de Palma de novela se diera solo en lengua catalana", afirmó ayer la escritora M. Rosa Font i Massot (Sant Pere Pescador, Girona, 1957), ganadora del Premi Llorenç Villalonga por La dona sense ulls, obra inspirada en la pintora Ángeles Santos Torroella que denuncia la invisibilidad que sufrió la mujer en el arte hasta mediados del siglo XX.

Profesora de un instituto en lengua catalana en la ciudad de Girona, Font i Massot quiso mostrar su disconformidad con la decisión del Ayuntamiento de convocar un único galardón literaro para las lenguas castellana y catalana. "Pensé que estando escrito en catalán sería más difícil ganar este premio", reconoció la autora, quien no ocultó su "enorme ilusión" al saberse "reconocida por un jurado que ha valorado la calidad" de la obra.

"Yo no hablaría de persecución de la cultura catalana, pero hace falta defender lo nuestro entre todos y tener conciencia de que todos somos responsables de la supervivencia de una cultura", expresó.

La vida de la artista catalana Ángeles Santos Torroella, próxima al surrealismo, fallecida el pasado mes de octubre a los 101 años de edad y recordada por piezas como Tertulia y Un mundo, que se exponen en el Reina Sofía, le sirvió de "inspiración" para La dona sense ulls, en ningún caso una biografía, sino una ficción, aclaró su autora.

Font i Massot precisó que la elaboración de esta novela le llevó "ocho años", tiempo que, movida por su amor hacia la pintura, dedicó a la investigación de esta artista precoz y vanguardista accidental que conectó con los intelectuales de la Generación del 27, se carteó con Gómez de la Serna, Federico García Lorca y Jorge Guillén, y aparcó los pinceles durante buena parte de su vida.

No es la primera incursión en el género de la novela de Font i Massot, quien en 1999 se estrenó con Envia´ns un àngel, "dirigida a un lector juvenil", y en 2003 publicó L´ànima del freixe, obra que sitúa su acción entre finales del XIX y 1909, el año de la Semana Trágica de Barcelona y la Guerra del Rif.

La novela no ha sido el género que más premios le ha brindado, sino la poesía. Autora de siete colecciones poéticas que abordan temas universales como "el amor, la muerte, los recuerdos y el paso del tiempo", tiene en su haber el Premi Carles Riba 2010 por Un lloc a l´ombra, el Cadaqués 2008 por Des de l´arrel, el Ciutat d´Elx 2005 por La llum primera y el Vila de Martorell 2001 por Aigua llunyna. "Concibo la poesía como una manera de jugar con la lengua, un medio para precisar de un modo mejor las sensaciones y percepciones de las cosas".