Carolina de Borbón-Parma y Orange, hija de Carlos-Hugo, trabaja actualmente en el departamento de Coordinación de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas. "Nos centramos en las zonas de conflicto o donde ha acaecido un desastre natural", explica. Ha vivido en Eritrea, Palestina, Indonesia o Haití. Asegura que conoce muy bien la cúpula de la Sala de Derechos Humanos, intervenida por Miquel Barceló. "Me gusta mucho su trabajo", concede.

-Ha venido a Palma para la presentación de un libro sobre el carlismo en las islas. ¿Conoce algo de su historia?

-Sí. Hemos estado discutiendo un poco sobre el tema, y es interesante para nosotros porque trata del carlismo aquí en Mallorca, que fue fuerte y estuvo muy arraigado durante el siglo XIX. Es un libro eminentemente histórico, no político. Trata sobre una época que fue muy importante para mi familia. La verdad es que el libro versa sobre una parte importante e interesante de la historia.

-El pretendiente carlista en España es ahora su hermano Carlos Javier. En estos momentos en que la monarquía española no atraviesa su mejor momento [antes de la entrevista se comunicó que la princesa no iba a responder preguntas sobre Urdangarin], ¿se abre una oportunidad para él?

-Es el pueblo el que tiene que elegir, y España tiene una monarquía que ha funcionado bien. Si quiere continuar con la que tiene, es el pueblo el que debe decidir. Este país tiene una monarquía que ha funcionado bien, como decía. Es cierto que es una época en que la Casa Real está pasando unos momentos difíciles, pero como en muchos otros países. Tampoco es tan diferente su situación de otros lugares. Pero problemas siempre habrá, forma parte del hecho de tener una monarquía. O una república, en ella también hay problemas. Ahora hay un sentimiento un poco en contra por problemas que han ido surgiendo. Pero decir que vamos a cambiar la monarquía en España porque hay algunos problemas, pues no, así no funciona la vida. Pero esto no es algo sobre lo que nosotros, los carlistas, tengamos que decidir.

-¿Necesitan una renovación las monarquías europeas?

-Cada monarquía es diferente. No existe un buen modelo para una monarquía. Cada país es distinto. Por eso tenemos también tantos sistemas políticos diferentes. Cada pueblo necesita una cosa distinta. No se puede decir que equis modelo, por ejemplo el de la monarquía holandesa, tenido por más avanzado y moderno, sirva para todos los países.

-¿Es partidaria de que las monarquías se adapten al siglo XXI?

-Depende del país y de las necesidades del país. En el caso de España, es una situación muy particular. Hace un poco más de 30 años que tenemos de nuevo una monarquía. Ha tenido sus fuerzas y sus flaquezas, como todas y cada una de las monarquías que conocemos de Europa. Pero creo que en España funciona bien la monarquía. Don Juan Carlos ha aportado mucho a España, eso es cierto. Después de la dictadura, dio estabilidad para que viniera la democracia. Nadie pensaba que habría estabilidad después de la democracia, y gracias a la monarquía ésta continúa hasta nuestro días.

-¿Sería su hermano Carlos Javier un buen rey de España?

-Creo que Carlos es un buen rey de los carlistas. Desde siempre hubo dos modelos de monarquía aquí: uno basado en la importación de una serie de ideas extranjeras, y otro, el de los carlistas, que era gente popular que seguía la tradición popular, que seguía otros principios. Lo cual no quiere decir que se trate de vivir en el siglo XVIII. El carlismo se basa más en lo que quiere el pueblo y no en lo que deseen las élites. Para el carlismo, la voz del pueblo es lo más importante. El carlismo está basado en esto y en intentar darle el poder al pueblo, y en su descentralización también. Éstas son algunas cosas que le dieron mucha fuerza al movimiento en el pasado, y muchas de esas ideas de orígenes carlista las han adaptado otros grupos políticos de ahora. Si no fuera por esos principios carlistas, no tendríamos el estado que ahora tenemos en España, y me estoy refiriendo a una serie de valores democráticos. No quiero decir que el carlismo sea todo eso o únicamente eso, pero hay muchas cosas que sí lo son.

-En estos momentos en que el pueblo se siente indefenso ante grandes poderes financieros y la democracia se resiente, ¿es el carlismo una buen vía?

-Sí. Porque está en la base de la democracia: el carlismo propugna que la gente pueda elegir por sí misma y que la gente tenga una voz más fuerte de lo que tiene a veces ahora. El carlismo siempre ha defendido el estado federal y ahora son los socialistas los que hablan todo el rato del estado federal. Y fue Carlos VII quien ya dispuso las confederaciones.

-¿Si hubiera carlismo, no habría conflictos, como los actuales, con las autonomías?

-Este conflicto quizá no, pero otros problemas puede que sí. La interdependencia entre los países ha cambiado ahora, porque no todo es puramente español hoy en día, también estamos en Europa.

-¿La monarquía es una seña de identidad de España?

-Sí, por encima de otros modelos. En todos los países con monarquía siempre se da ese debate sobre si es o no una seña de identidad propia. Forma parte del juego democrático. Es algo que se puede debatir y se debe debatir. Si la gente piensa que la monarquía ya no le sirve, entonces debe revocarla. Si la gente cree que tiene un valor, pues ha de mantenerla. Yo creo que el valor de la monarquía es que la gente se sienta parte de algo que está por encima de la política. Por eso es tan importante. La monarquía puede estar por encima de los intereses políticos, que pueden ser a veces particulares.

-Pero el rey también puede tener sus propios intereses.

-El interés del monarca siempre es su país. Todo lo que hace, su vida privada y las decisiones que toma son para el bien de su país.

-¿Deben ser transparentes las monarquías en cuanto a sus gastos y negocios particulares?

-Transparentes sí, por supuesto, porque no deben tener que esconder nada. Ahora bien, cómo se hace eso de los gastos y los presupuestos tiene que ver con leyes que yo no conozco. Porque son distintas en cada país. Lo que sí debe haber es voluntad de las monarquías de no esconder nada.

-¿Si un rey comete un delito, debe ser inmune a la Justicia?

-No. Los miembros de una casa real forman parte de la sociedad. La ley debe aplicárseles como a cualquier otra persona.

-Pero en el caso del Rey, parece que hay inmunidad en España.

-Depende del país. En Francia también hay inmunidad para el presidente de la República hasta que deja de serlo. Luego ya se le puede juzgar. La inmunidad es muchas veces necesaria para proteger al rey en caso de ataque, me refiero a si el rey o la corona son atacados en su función.