"El cambio es pura frivolidad. Frivolidad de guión. Se cambia por capricho y porque el gobierno no funciona, como no suele funcionar ningún gobierno cuando lleva dos años". Los lectores, escépticos ante la remodelación del Govern presentada por José Ramón Bauzá el pasado 2 de mayo, estuvieron expectantes desde el mismo momento en que el president balear convocó una rueda de prensa urgente en el Consolat de Mar.

"Vistos los consellers que se van y los que entran, me hago una pregunta: ¿Queda algún conseller/a con principios y que no sea una marioneta? Y lo del señor Gómez parece un chiste, ¡seremos el hazmereír de Europa!", se lamentaba un lector tras enterarse de la destitución de los consellers de Educación, Rafael Bosch; el de Economía, Josep Ignasi Aguiló, y el de Administraciones Públicas, Simón Gornés; así como de la entrada de los nuevos consellers de Economía, Joaquín García; Educación, Joana Maria Camps; Familia y Servicios Sociales, Sandra Fernández; Administraciones Públicas, Nuria Riera, y Hacienda, José Vicente Marí.

"El señor Bauzá sigue encumbrando a arribistas, a imagen y semejanza propia, y lo hace en las áreas más sensibles de su gobierno", clamaba otro internauta indignado como la mayoría.

Los nuevos miembros del Ejecutivo autonómico sembraron la desconfianza entre los ciberlectores, pero si algo caldeó los ánimos tanto en las redes sociales como en el digital, fue el cambio en Educación. "Bosch ha roto sus principios para mantenerse ahí y se le ha pagado de esta manera. Que tomen nota los siguientes", avisaba un lector mientras otro señalaba: "La nueva consellera de Educación es especialista en... ¡Compra-venta de pisos! ¡Es agente inmobiliario! Esto promete..."

El fuego también marcó esta semana. Los incendios que se desataron en el polígono de Son Castelló y en Mercapalma devastaron cinco naves industriales en apenas seis horas y encendieron todas las alarmas entre los ciudadanos de Palma muy pendientes de la evolución de los sucesos.