-Holanda es un país acostumbrado a las abdicaciones de sus reyes y reinas. ¿La sociedad ha reaccionado con sorpresa?

-Realmente la noticia no ha cogido por sorpresa a nadie. Era un rumor que estaba en la calle desde hace tiempo. No sé sí conoce un dicho que circula por aquí que dice: "Solamente los reyes y las reinas holandesas abdican". Se esperaba, aunque faltaba por conocerse el momento.

-¿Por qué ha elegido precisamente este momento?

-Considera que es el momento propicio. En primer lugar, porque los príncipes, Guillermo y Máxima, están suficientemente preparados para coger el testigo.

-Guillermo no reinará con el ordinal que le correspondería: Guillermo IV. ¿A que se debe?

-Guillermo no va a reinar como Guillermo IV. Guillermo I fue el que se levantó contra España. Esos tres primeros Guillermos pertenecieron a la casa de Orange. Guillermo III reinó en Inglaterra y Países Bajos.

-¿Acudirá a la ceremonia de traspaso de trono como embajador de España?

-Están preparando todo para el 30 de abril. No va a ser una coronación como tal, porque ese tipo de ceremonias no se realizan en Holanda. El rey, literalmente, no es coronado. Más bien debemos hablar de proclamación o investidura. La de Beatriz fue en 1980, tras la abdicación de su madre, la reina Juliana, hija a su vez de Guillermina, tremendamente querida por el pueblo por sus resistencia ante el nazismo en la II Guerra Mundial. Aún no sabemos en que términos protocolarios se desarrollará la ceremonia.

-Será en la iglesia nueva de Amsterdam, que no tiene demasiada capacidad...

-Sí. La misma iglesia donde la proclamaron a ella hace 33 años. Por eso me inclino a pensar que invitarán a todas las jefaturas de estado de la Unión Europea. De ellas, nueve son testas coronadas. Aparte de eso, habrá que ver cómo se organiza todo. Este es un pueblo muy austero. Será una ceremonia muy digna y solemne, pero nada ostentosa. En los Países Bajos hay alrededor de 130 embajadas abiertas.

-Hace un año el príncipe Johan Friso, segundo hijo de la reina, quedó en coma tras un accidente de esquí en Austria. ¿Ese hecho ha pesado también en su decisión?

-No cabe duda de que desde el punto de vista psicológico, hay dos elementos personales que a cualquiera le dejarían huella. Uno es el trágico atentado de 2009 perpetrado contra la reina Beatriz, que no es fácil de olvidar, y otro, sin duda, el hecho de que el príncipe Johan Friso esté paralizado en una cama de un hospital de Londres, en coma. Ella es una mujer valiente. Se va casi todos los fines de semana a verle.

-La llaman la reina de la sonrisa. Usted la trata a menudo. ¿Cómo es Beatriz de Holanda en la cercanía?

-Estuve con ella varias veces en actos oficiales. La más reciente hace tres semanas y también cuando presenté mis cartas credenciales. Ella entiende un poco el español. Habla italiano. Es una mujer sorprendente en sus virtudes. Destacaría la agilidad mental, la inteligencia, lo bien informada que está siempre y lo mucho que controla la actualidad internacional. Es buena conversadora.

-A diferencia de España, en los Países Bajos el monarca forma parte del Gobierno.

-La reina es miembro del Gobierno, forma parte de él, aunque también han recortado los poderes. Las alianzas son muy importantes en este país. Tiene bastantes más poderes que los otros monarcas. Como monarquía constitucional, Holanda ha reducido la implicación de la Casa Real en la política. En el pasado, la reina tomó parte en la formación de coaliciones de gobierno nombrando a un mediador político. Esta función fue retirada antes de las últimas elecciones, en septiembre de 2012.

-Guillermo será rey, pero en ese país de reinas Máxima Zorreguieta seguro que será considerada como más que una consorte.

-Lo que sienten los holandeses por la princesa Máxima es auténtica adoración. Es una mujer brillante, divertida, muy con los pies en el suelo. Te gana a los treinta segundos. El otro día en el palacio estuve diez minutos hablando con ella. Es una dulzura de persona.

-Cuentan que ella misma le ha dicho al primer ministro que no sean invitados sus padres, que tampoco fueron a la boda por la vinculación de Jorge Zorreguieta con el Gobierno de Videla en Argentina.

-Tengo entendido que los padres no estarán en la ceremonia. Aunque mantienen una excelente relación con su hija. De hecho, pasan muchas temporadas en Holanda.

-Es curioso que una reina del norte de Europa, madre de tres varones, diga que Máxima, espontánea y latina hasta la médula, es la hija que no tuvo. ¿Tanto la quiere?

-Yo creo que la reina se siente muy segura de su hijo y de que su hijo esté casado con Máxima. La princesa también llevará el título de reina. Curiosamente los príncipes de Orange tienen tres hijas a las que se las conoce en Holanda como "la triple A". Es una broma simpática, porque sus nombres empiezan por A (Amalia, Alexia y Ariadne) y la gran solvencia de Holanda le merece esa categoría por parte de las agencias de calificación.

-Usted es testigo de que Máxima habla a sus hijas en español. Amalia, la mayor, sucederá un día a su padre en el trono.

-Hablan español perfectamente. Las veo todos los meses de noviembre cuando San Nicolás, que viene de España, según la tradición, llega a Amsterdam en un barco de vapor. Se juntan 30.000 niños y Máxima siempre acude ella con las niñas. Este año me comentó, en relación a la princesa Amalia: "has visto qué bien habla el español". Y es cierto que había mejorado mucho respecto al año anterior. Ella me respondió "por la cuenta que le trae, porque en Argentina tiene que hablar en español". Tienen una nanny argentina, una abogada que Máxima se trajo de Buenos Aires.

-¿Y a Guillermo se le ha pegado algo de la gracia latina?

-Tuve la suerte de cenar a su lado el día que le entregaron un premio al arquitecto Joan Busquets en el Museo de la Marina. Él es muy divertido. Me dijo que entendía muy bien el español, así que hicimos el pacto de que yo le hablaría en castellano y él me contestaría en inglés.

-Guillermo de Orange, de la generación del príncipe Felipe, hereda un trono en su nivel más alto de popularidad. ¿Podrá mantenerla?

-Él tiene muy buena relación con la clase empresarial. Y eso aquí se valora mucho. Será una gran ventaja porque este país es una gran empresa. Los holandeses son emprendedores y comerciantes desde hace siglos. La monarquía disfruta de muy buena salud y es muy querida por el pueblo.