Un año más, la gala en la que se dan a conocer los nuevos Premios Ciutat de Palma es una caja de sorpresas. Esta vez no hubo rechazo a las donaciones de los premios ni tampoco ningún activista inesperado que causara el pánico a los invitados. Ahora bien, las continuas lanzas a la visible guerra abierta con el tema del catalán se dejaron ver desde los primeros minutos del speak de los presentadores. Y entre tanto, mucha corbata y poco escritor. Nada nuevo.

La recuperación de las modalidades en castellano no solo ha levantado ampollas en Can Alcover. El ganador del Premio de Poesía en catalán (dotado con 18.000 euros), Josep Maria Llaurador Pons, también quiso manifestar su postura en el discurso, sin entrar en disertar sobre la disciplina dada la situación económica actual ("sería cruel"). Por eso invitó a todos a comprometerse en "proteger y divulgar nuestra lengua y nuestro paisaje" y la tradición que nos permite seguir haciéndolo.

Y entre tanto, Javier Matesanz y Lorena Sanz pusieron la guinda al pastel con sus particulares notas de humor. Ironizaron sobre lo "lleno" que estaba el Principal ("hacía tiempo que no lo veía así") se le escuchó decir al presentador, en catalán. Porque el tema de la lengua fue, para los asistentes, de todos los gustos. Hubo parlamentos como el del concejal de Cultura, Fernando Gilet, que comenzaron en la lengua autóctona para pasar a ser en castellano a mitad de discurso, cuando tocaba hablar sobre la recuperación de la categoría del cómic. En cambio, el discurso del alcalde, Mateu Isern, fue íntegro en catalán, salvo cuando citó las frases en memoria del escritor fallecido Cristobal Serra, recordado como consejo útil para la creación artística, cuando decía que "por medio de tu imaginación, mira dentro de tu imaginación".

El momento cumbre de la jornada llegó cuando tocó nombrar al ganador del premio de poesía en catalán, Josep Maria Llaurador Pons, quien recordó la figura del escritor Biel Frontera como su mejor maestro. Su presentación estuvo precedida por el comentario de Matesanz, quién recordó que en la presente edición se habían recibido "28 obras en poesía en catalán frente a las 217 en castellano: parece que aún hace falta algo de esfuerzo para alcanzar el bilingüismo en la política", manifestó. La reacción fue comedida. No hubo aplausos.

Donde sí los hubo fue tras el discurso de los autores del cómic ganador, Las damas de la peste, Javier Navarro Costa y Rubén Rincón Cruz. Su mención a que la cultura hace "gigantes" a quienes las consumen, basándose en el relato de la vida de su padre, despertó la admiración de los asistentes, de la misma forma en que Marc Pallarés Piquer consiguió el aplauso tras explicar un par de anécdotas con su mujer durante la escritura de la novela en catalán, ganadora del Llorenç Villalonga.

Recogieron el premio también Antonio Pons Cortés por La Consueta Antigua de la Seu de Mallorca, en forma de beca de investigación; el colaborador de este diario, José Luis de Juan Clar, por la novela en castellano por Misiones Imposibles; Belén Rodríguez González hizo lo propio en las artes visuales con su instalación La línea del tiempo, 2006-2009; Gabriel Minguillón recibió el de Animación por el corto Jack the Chicken (que se proyectó) y el de Arquitectura no se entregó por quedar desierto.

Quien no pudo recoger el premio fue el argentino Gustavo Javier Trevi (Argentina,1985) reconocido con el Rubén Darío de Poesía. Para ello dejó un vídeo de agradecimiento donde explicó que recibir este premio le hacía sentir "menos solo" al poder compartir ("cuando uno escribe deja una parte suya") y "completarse" de esa forma. El jurado le otorgó el galardón por la "originalidad y calidad poética de su obra". Sobre ésta, Trevi contó a este diario que Imprecisiones de ser está formado por un conjunto de poemas, en su mayoría breves, dispuestos arbitrariamente en donde se combinan la intención de una poesía de corte oriental tomada de los tradicionales Haikus, "un tono contemplativo y alejado de la grandilocuencia y el abuso del lenguaje". La banda sonora la puso Biel Durán y la voz de Marta Elka.

De entre los asistentes, el artista y jurado Ñaco Fabré; Roman Piña; el galerista Joan Guaita; Josep Vicent, de la Simfònica, la senadora Margarita Durán y el equipo de Cort al completo, entre otros muchos.