Every day is sunday in Mallorca. Estas seis palabras definen a la perfección la imagen que se proyectó al exterior de la Mallorca de los años 60, una isla modernizada gracias a la influencia musical y del turismo. Una influencia que aún perdura en las verbenas veraniegas. Y es que una de las canciones más típicas del grupo Ossifar es una versión de la canción de Los Millonarios, Paradise of Love, que precisamente da nombre al libro del musicólogo Francesc Vicens, que ayer presentó en Can Alcover.

El autor desvela que el origen de esta obra se remonta a la fiesta del 60 aniversario de su madre, ambientada con música de cuando ella era joven. "Noté una implicación emocional muy intensa con todos los invitados que bailaban y sentían las canciones, por ejemplo, de Los Javaloyas", relata. Así empezó su investigación sobre cómo la música de la Mallorca de los años 60 siempre estuvo vinculada al turismo. El autor cuenta que el ministro de Fomento y Turismo, Manuel Fraga, encontró en nuestra isla la oportunidad perfecta para proyectar una imagen moderna de la España franquista. Un nuevo aeropuerto, bonitos hoteles y un buen ambiente festivo. De ahí, prosigue Vicens, surgió el Festival de la Canción de Mallorca cuyo requisito era presentar piezas musicales sobre las bellezas de la isla. Temas como Paradise of love, Me lo dijo Pérez, El Puente o El vuelo 502 fueron fruto de este certamen. El autor explica que muchos mallorquines se creyeron el cuento de esta isla imaginada. De hecho, surgieron fenómenos propios de estas letras como la figura del picador o los brusquers, que eran "una mezcla de Jean Dean y el joven mallorquín profundo".

El ensayo va más allá de una mirada en la historia musical de aquella época. Es también un relato de circunstancias sociales, ideológicas, sucesos históricos y desarrollos tecnológicos que interactuaron con las melodías. Paradise of love o l´illa imaginada demuestra como canciones, grupos musicales, salas de fiesta, matinales, sellos discográficos, películas o festivales se incorporaron en la sociedad mallorquina para construir una nueva manera de ser adolescente. Este libro descubre como la música isleña codificó aspectos imaginarios de una Mallorca inventada; aglutinó valores de la identidad juvenil; representó el impacto turístico; se convirtió en un estándar de las canciones promocionales y ejemplificó el fenómeno de las versiones. Grupos como Los Javaloyas, Los 5 del Este o Los Valldemosa se modernizaron combinando canciones populares como Na Catalina de plaça con versiones de conjuntos tan emblemáticos como Beatles.

Con el prólogo de Antoni Pizà, el libro se estructura en cinco partes. La primera analiza cómo la industria musical de aquella época se volcó en el turismo. De hecho, muchas portadas de los disco utilizaban como recurso de atracción imágenes de La Seu, el Castell de Bellver o las playas. La segunda relata como Mallorca se convirtió en un paraíso imaginado gracias a los festivales musicales. En el tercer capítulo, los lectores pueden conocer como los jóvenes de aquella época descubrieron una juventud más abierta y divertida gracias a la música y los artistas internacionales. La cuarta parte explica cómo los espacios de ocio se abrieron a nuevas formas como los dancing club o las controversias familiares que muchas ´jovencitas´ tuvieron para lucir un bikini en la playa. El ensayo culmina con una Mallorca que fue "receptora de todas las disciplinas". A partir del diálogo con protagonistas de la época, Vicens actualiza episodios relevantes como la actuación de Jimmi Hendrix en la sala Sargent Pepper´s. El libro viene acompañado con más de 200 imágenes de la época y un cd con las canciones que lograron convertir en un paraíso la Mallorca de los años 60.