"Ha sido un Arco difícil, complicado, pero esperanzador", asegura el galerista mallorquín Pep Pinya. La feria madrileña cerró sus puertas el pasado domingo con una contabilidad en general más baja que la del año anterior, pero con algunos cambios positivos muy valorados por los especialistas del mundillo del arte. Si la caja ha recibido un envite en el caso de algunos marchantes españoles de renombre, no ha sido así con los galeristas isleños. Tanto Pinya, como Juan Antonio Horrach Moyá, Xavier Fiol o Jero Martínez han vendido un montante similar al año anterior. Todos ellos valoran de manera muy positiva los efectos que ha tenido en las operaciones el programa de coleccionistas privados impulsado por el director de la feria, Carlos Urroz.

En este sentido, Pinya observa que "en esta edición ha habido más comprador y visitante extranjero que en otras ocasiones. El cliente español ha estado muy reticente". Por su parte, el galerista reconoce haber vendido piezas de Mark Francis, Pep Llambías, Guillem Nadal y Daniel Canogar, entre otros. Asimismo, cree que es posible cerrar más transacciones cuatro o cinco días después de la feria. "Ahora se compra de manera más sosegada y profesional", opina. Del mismo parecer es Juan Antonio Horrach Moyá: "La gente viene con un listado de artistas que le interesan, el coleccionista está muy bien informado en estos momentos". Por su parte, el galerista explica que ha vendido piezas de Susy Gómez, Jorge Mayet y Montserrat Soto. Las de Joana de Vasconcelos se vendieron todas en una hora. El vídeo de Carles Congost que presentaron "fue todo un éxito", una pieza por la que se han interesado muchos museos importantes. Su comprador ha sido también en un 90% de nacionalidad extranjera.

Xavier Fiol ha visto la feria aguantando bien, "con personalidad". A pesar de que el coleccionismo español se haya presentado "flojo", dicha situación ha sido paliada por la presencia del programa de coleccionistas de Urroz. Fiol, además de vender obra a compradores de Bélgica y Luxemburgo, pudo intercambiar contactos y conseguir otros proyectos durante la comida que organizó el director de la feria el pasado domingo. "Tras Arco, ahora viene el día a día, que es muy duro", indicó.

Por último, Jero Martínez, de la Maior, valora los cambios en el montaje de la feria, el trato y los diferentes programas desarrollados en ella. Por su parte, la galerista ha vendido a la Fundación Coca-Cola obra de su artista más joven, Lucía Vallejo, así como otra pieza de Nicholas Woods al Centro de Arte Contemporáneo de Málaga. Coleccionistas privados adquirieron en su expositor cuadros del pintor Luis Gordilo. Amén de estas transacciones, la marchante mallorquina ha conseguido de su estancia en Arco dos proyectos expositivos a nivel nacional.