Varios expertos han advertido hoy de una "problemática oculta" que se está produciendo en la sociedad como es el "maltrato invisible" que sufren las personas mayores y que muchas veces es negado por ellos mismos y por la sociedad, por lo que han exigido mayor atención, más recursos y una legislación específica.

Entre la tipología del mal comportamiento con las personas mayores se encuentran el maltrato físico, psicológico y farmacológico, la negligencia, el abandono y el denominado "maltrato económico", que cada vez crece más y que consiste en emplear fondos y bienes de la persona interesada sin su permiso.

Este nuevo fenómeno nace en una sociedad en la que las personas mayores ya no son el "referente" en las familias y han perdido el "reconocimiento social", según recoge el "Anuario del Envejecimiento de las Islas Baleares 2011" elaborado por la Cátedra de Atención a la Dependencia y Promoción de la Autonomía Personal de la Universidad de las Islas Baleares (UIB).

El anuario ha sido presentado esta tarde en Palma y recoge 20 estudios sobre las personas mayores. En uno de ellos, que lleva por título "Una mirada de protección de las personas mayores", las expertas Maria Isabel Amer, Maria Antònia Barceló y Maria Isabel Cuart analizan este problema y aportan algunas soluciones.

Sobre este asunto no se disponen de estadísticas y, además, existe miedo entre las propias víctimas a denunciar a familiares -hijos, parejas o cuidadores- por el vínculo afectivo existente.

Según el Informe Mundial sobre Violencia y Salud de 2002 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de maltrato hacia las personas mayores en el ámbito doméstico se sitúa entre un 4 y un 6 %, si bien se advierte de que 8 de cada 10 situaciones de este tipo no se denuncian.

Los datos del datos del Ministerio del Interior de este año correspondientes al Centro de Investigación Reina Sofía revelan que la incidencia de personas mayores maltratadas ha aumentado un 113 % en los últimos años, y es mayor entre las mujeres que entre los hombres.

Según ha explicado la psicóloga Maria Isabel Amer, el maltrato se produce en el seno de la propia familia y suele ser una reacción "relativamente normal" fruto de la tensión existente en muchas estructuras familiares.

Gran parte de los maltratadores son las personas que cuidan de los ancianos y el perfil típico es el de una mujer de entre 55 y 69 años, casada, de clase social modesta y que debe compaginar el trabajo fuera de casa con el ciudadano de menores y personas mayores. La persona maltratadora se suele hacer cargo de la víctima durante un tiempo medio de diez años.

Mientras tanto, el prototipo de la víctima es una mujer de unos 75 años con deterioro psicofísico, transtornos psiquiátricos importantes y déficit sensorial.

Ante esta realidad, el estudio propone una serie de actuaciones, la primera de las cuales es el reconocimiento público de la existencia del maltrato y, en segundo lugar, promover una normativa específica para proteger a las personas mayores, así como informar a las autoridades en caso de que se sospeche de que alguien está siendo maltratando.

En el informe se advierte de que existe una obligación ética y legal de notificar a las autoridades los casos sospechosos, al igual que deben existir medidas para proteger a las personas denunciadas.

Un papel importante es la sensibilización social, ha señalado la psicóloga, que también considera necesario la creación en Mallorca del Observatorio del Bueno Trato a la Gente Mayor con el objetivo de estudiar, investigar y difundir documentos y recomendaciones para tratar bien a las personas de más edad.

Otra idea es que haya un Teléfono de Atención a la Gente Mayor para recoger quejas o denuncias, atender a las personas usuarias y facilitar información sobre los servicios y recursos existentes en Mallorca para las personas mayores.