La Nit de l´Art sigue creciendo: en ediciones –ayer celebró la número 15–, en peso –políticos y galeristas coinciden en calificarla como "el acto cultural más importante de Palma"– y en respuesta ciudadana, con un público "excitado" –palabra de Pep Pinya– que llenó no solo los espacios expositivos, también las calles del centro de Ciutat.

Aunque la inauguración oficial de las galerías se produjo a las siete de la tarde –salvo en el epicentro de la Nit, el Solleric, que cortó la cinta a las 20 horas–, muchos decidieron evitar este año las aglomeraciones y desfilar ante las obras ya a las seis de la tarde, con tranquilidad, "para contemplarlas sin codazos", apuntó Richard Webber, uno de los numerosos turistas extranjeros que se decantaron por esta opción.

El kilómetro cero del largo paseo –en el programa figuraban más de treinta espacios– volvió a situarse en La Misericòrdia, donde se exhiben las muestras Noves presències y Art Forana, ambas con el apoyo del Consell. En su estreno como vicepresidente de esta institución, Joan Rotger (PP) quiso subrayar la "constancia y perseverancia" de la Asociación Art Palma Contemporani y del otro colectivo organizador, la Associació Independent de Galeries d´Art de les Illes Balears. Dicho esto puso rumbo a San Jaime para contemplar Venus, el nuevo trabajo de Ricard Chiang que muestra Xavier Fiol, no sin antes destacar que, en su opinión, en esta Nit de l´Art predomina "el arte agradable, no he visto nada de denuncia", agradeció.

Sí hubo algunas quejas, la mayoría pronunciadas por el estómago. La crisis prohibió a los espacios públicos que se sirvieran canapés y demás productos gastronómicos, actores principales en antiguas ediciones.

En cualquier caso, la noche registró una gran afluencia de gente. El Solleric explotó a la hora señalada. La exposición de Josep M. Blanco Ibarz, Humor blanco, instalada en la planta baja del edificio, fue de las más visitadas, quizá por aquello de que en tiempos de miseria uno siempre busca una sonrisa amable, que es lo que provoca la observación de los dibujos de este histórico de las viñetas.

Sonrientes y elegantes, bien engominados y encorbatados, el alcalde Mateu Isern, el concejal de Turismo Álvaro Gijón y el de Cultura Fernando Gilet, se dieron un baño de masas y de explicaciones, las que recibieron del autor, Blanco Ibarz. Posteriormente, y junto a la presidenta del Consell, Maria Salom, y el conseller de Educación y Cultura, Rafael Bosch, también contemplaron, con una extraña mezcla de rapidez y atención, las otras muestras presentes en el resto de salas: las de Liliane Tomasko, Rafael Amengual y Alicia Martín.

Algunos visitantes, como Pep Maria Salom, que iba acompañado de un grupo de amigos, "todos artistas emergentes", no quisieron mezclarse con los gobernantes y, al saber que el edificio estaba "tomado" por ellos, soltaron un "vámonos, que estos igual nos roban". También bromeó Nanda Ramon, exconcejal de Cultura, "más relajada" que otros años, cuando tenía que ver "todas las galerías en un par de horas. Este año soy más selectiva, y tengo muchas ganas de entrar en Altair y Es Baluard", donde se exhiben los Presentes de Mar de Manolo Paz y la colección Vis-a-Vis, respectivamente. La exbatlessa Aina Calvo y el secretario general del PSM, Biel Barceló, también tuvieron este año libertad para elegir, algo que agradecieron.

Algo despistado, cargado de bolsas de compras, iba el nuevo delantero del Real Mallorca, el internacional israelí Tomer Hemed, al que se le pudo ver en el Solleric. Quienes estaban concentrados eran los creadores. Pep Llambías estaba en la Pelaires con su No voy a, estoy en, conjunto de obras inéditas entre esculturas, poemas visuales y obras sobre papel, todas ellas bajo el predominio de la mezcla entre luz y palabra. "Estoy como si estuviera en el psiquiatra, esperando respuestas, las mías, pero de momento no recibo ninguna. De fuera sí, porque veo que está gustando mi trabajo", comentó el artista. "Todo es más en esta Nit", exclamó Patricia Estrada, coordinadora de Pelaires, "más calor y más gente que el año pasado", aseguró.

Muy concurrida estuvo la calle Can Verí, al igual que Sant Feliu, la Costa de Santa Creu y Sant Jaume. "La noche está resultando inmejorable y destacaría la cantidad de extranjeros que se han volcado con el arte", expresó un Pep Pinya entusiasmado y ansioso por poner en marcha "los planes futuros que tenemos con los políticos, con quienes por fin hemos sintonizado", apuntó. Unos planes que, según adelantó, pasan por extender la Nit de l´Art a una semana, aunque ya habrá tiempo de definirlos, eso sí, sin olvidar que "lo difícil no es imposible".

Copa de vino en mano, otro galerista veterano, Joan Guaita, puso énfasis en la "excitación del público, y en su atención y curiosidad" por conocer qué se cuece en el arte contemporáneo. "Cuando una fiesta es popular, progresa. Como espectador, que también lo soy, aunque menos de lo que quisiera, te aseguro que este es un acto simpático, sin mayor trascendencia", añadió.

La Caja Blanca, que mostraba el proyecto de Atsuko Nakamura, a partir de técnicas y creencias ancestrales de su Japón natal, y el Centre de Cultura ´Sa Nostra´, con unas Prácticas artísticaas contra la agresión a la mujer, también sacaron nota. La primera por la respuesta del público; "un trabajo digno y sorprendente", comentó Andrés Romero, estudiante de Bellas Artes, tras contemplarlo. Y el espacio de Concepció, por contribuir a erradicar uno de los males de la sociedad.

Otras sombras, bien distintas, las de Toni Catany, atrajeron a los devotos de la buena fotografía hasta la calle del Forn de la Glòria, entre ellos Biel Amer, presidente de la Asociación de Profesionales de la Gestión Cultural de Baleares, o el abogado y coleccionista José Maria Lafuente. Ambos departieron con Catany y su galerista, a quienes felicitaron por el resultado final. "Parte de las platinotipias ya las expuse en 1975, y sinceramente, estoy muy contento de reencontrame con ellas", confesó Ferran Cano.

Fue una de las nits de l´art más concurridas de los últimos años. Muchos repitieron y otros, como el caso del presidente del Govern, José Ramón Bauzá, se estrenaron. Solo acudió a una exposición, la de Es Baluard, y lo hizo pasadas las diez y media de la noche, entre pitos de indignados, flashes de fotógrafos y felicitaciones de militantes de su partido. "La Nit ha sido un éxito absoluto. Palma está pletórica, llena de vida", señaló el batle Isern mientras esperaba la llegada del president. "Con las circunstancias actuales de la economía, nuestra obligación pasa por ir de la mano del sector privado", añadió el alcalde. Llegado Bauzá, la comitiva, que fue recibida por la directora Cristina Ros, quiso conocer el trabajo realizado por Jorge Mayet y Marcelo Víquez.