Balears y Cataluña tienen buena sintonía, políticas lingüísticas aparte que obligan al consenso. Así al menos lo escenificaron ayer sus presidentes, José Ramón Bauzá y Artur Mas, en la primera reunión de la junta rectora del Institut Ramon Llull (IRL) tras las elecciones de mayo pasado y que tuvo lugar en el Consolat de la Mar. Un encuentro "provechoso" que sirvió para definir las líneas básicas de actuación que el IRL llevará a cabo los próximos años para proyectar internacionalmente la cultura y la lengua catalana.

En la mesa de trabajo a la que asistieron, entre otros, los consellers de Cultura balear y catalán, Rafael Bosch y Ferran Mascarell, respectivamente, y el director de esta entidad cultural, Vicenç Villatoro, se aprobaron los presupuestos de los ejercicios 2010 y 2011 y se desarrolló un documento que recoge las líneas estratégicas que guiarán las actuaciones de este organismo. La más importante, y ya conocida, la exposición de Joan Miró que se inauguró hace unos meses en la Tate Modern de Londres y que llegará en breve a Washington. En torno a ella, tal y como explicó el propio Villatoro, "se organizarán talleres, muestras y diversos trabajos de artistas tanto baleares como catalanes". "Es evidente que Miró no necesita al Ramon Llull pero nosotros sí lo necesitamos a él. Es una buena puerta de entrada a otros mercados", añadió.

Otra de las citas importantes en el calendario del IRL será la Bienal de Venecia, escaparate en el que se presentará una cuidada selección de proyectos escogidos por los colegios de arquitectos de ambas comunidades. Por primera vez el Ramon Llull estará también presente en el festival de teatro de Avignon y también está previsto llevar una exposición de obras pictóricas de Josep Maria Sert a París. "Los solistas de la Simfònica participarán además en un encuentro en Zúrich en abril y más adelante, toda la orquesta viajará hasta Oriente Medio.

Pa Negre, el ejemplo

Si hay un caso que define a la perfección el objetivo que persiguen ambos ejecutivos a través de este instituto ese es Pa Negre. La película producida en Cataluña y dirigida por el cineasta mallorquín Agustí Villaronga que representará a España en la próxima edición de los Oscar es "el mejor símbolo de nuestro proyecto", apuntó Ferran Mascarell. "Es la mejor forma de decir que nuestra comunidad es creativa y que esa creatividad se extiende a todos sus ámbitos: música, arte, literatura...", añadió Villatoro.

Respecto al presupuesto de 2012 -aún no concretado dada la proximidad de las elecciones generales del 20 de noviembre-, tanto Mascarell como Rafel Rosch aseguraron que desde hace tiempo trabajan con el criterio de austeridad en el gasto. "Primará sobre todo la calidad antes que la cantidad. De hecho, hay que ser conscientes de que sin esta colaboración entre Cataluña y Balears, nuestros objetivos serían inalcanzables". De ahí la importancia del alcanzar un consenso entre ambas comunidades para lograr situar "bien" estos territorios en el exterior desde el punto de vista cultural. "La creación de una marca de identidad es beneficiosa también para el resto de sectores económicos", subrayó el director del IRL. Y puso como ejemplo el reclamo turístico que la muestra de Miró en Londres o en Washington puede suponer tanto para las islas como para Cataluña.