Un paso más. De esta forma definen los componentes del Grup d´Esplai Son Gotleu el proyecto de creación de un local de actividades de tiempo libre y apoyo escolar en el barrio. Se trata de una iniciativa encaminada a ofrecer a los niños y niñas de Son Gotleu un futuro con el máximo de igualdad de oportunidades posibles. O, dicho en otras palabras, el objetivo es prevenir antes que acostumbrarse a curar siempre de urgencia.

El programa tiene su origen en las actividades semanales del esplai y en la constatación de la necesidad de ofrecer herramientas sociales para el colectivo de entre 6 y 17 años del barrio. De esta inquietud surgió hace dos años la primera experiencia de un centro abierto durante las tardes de los días laborales para ofrecer refuerzo escolar acompañado por juegos educativos.

Al principio se contó con instalaciones de colegios e institutos de la zona, pero la necesidad de tener un espacio propio ha permitido ahora estrenar unos locales en la calle Málaga para uso exclusivo de la entidad. El grup d´esplai cuenta en esta tarea con el apoyo económico de la Obra Social Sa Nostra dentro de su proyecto solidario 2011.

Omar Fernández se encarga de coordinar la actividad del centro y forma equipo con una pedagoga y una psicóloga. Recuerda que su aterrizaje en Son Gotleu llegó de la mano de un trabajo universitario sobre el barrio. De esta forma entró en contacto con la realidad de la calle y las gentes de una zona de Palma tan famosa como desconocida. Fernández descubrió mediante ese estudio que una de las carencias era que no había recursos para la población infantil. Y se puso manos a la obra fundando el esplai y buscando recursos para este centro.

Cada día, entre las 17 y las 20 horas, abre sus puertas el local y ofrece refuerzo y soporte escolar, además de las actividades propias de una entidad de tiempo libre, como juegos, danzas o talleres. Actualmente hay 35 niños inscritos, de los que la mitad acuden derivados por los servicios sociales de la barriada.

Fernández reconoce que Son Gotleu tiene una problemática compleja y unas grandes carencias de recursos educativos. "Valoramos muy positivamente la asistencia, porque sabemos que en muchos casos estamos ante niños muy independientes de sus familias, y que si no les gustara lo que hacemos no vendrían".

El coordinador asegura que en algunos casos la comunicación con las familias no es tarea sencilla, pero por otra parte también valora positivamente que desde el esplai se esté trabajando con una comisión de padres que demuestran máxima implicación.

Fernández lamenta la repercusión de noticias negativas sobre Son Gotleu: "Lo peor es si los menores cogen los patrones de los mayores". Para el coordinador, uno de los problemas del barrio es la mala percepción que se tiene desde fuera, "claro que es complicado, pero tampoco ayuda que algunos portavoces que no representan a casi nadie tengan toda la atención de los medios".