Mucha hormona femenina y acné juvenil suelto. Es lo que tiene la adolescencia. Eso, y dosis de ilusión por conocer, tocar y besar a un ídolo. Por ellos se cometen locuras y por Dani Martín muchas más. El Iberostar Royal Cristina fue sede ayer de un exclusivo encuentro entre un reducido grupo de fans del vocalista de El Canto del Loco. Para llegar hasta a él, originales preguntas y vídeos-karaokes. La tarde dio para unos cuantos refrescos.

A la mayoría, al encontrarse frente a frente con un amor, no sabe cómo comportarse. Ellas -mayoría en la cita- sí. Gritar, aplaudir y, si hace falta, halagar. Que no todos los días Dani, su Dani, está tan cerca. "Estoy nerviosísima, no sé si seré capaz de hablarle", decía minutos antes del encuentro Marina Crespo, de 18 años. A su lado, Catalina Zanoguera, de 14, repetía en voz alta la pregunta que luego le haría al cantante. "De él me gusta todo, desde como canta hasta su físico". Su madre, al lado, corroboraba la respuesta.

Los minutos pasaban, la sala iba llenándose de rostros cargados de ilusión. "Venimos desde Eivissa. Queríamos hacerle un regalo muy especial a nuestra amiga Marina, que cumple 18". Menuda sorpresa se llevó. Alba Serra, Elisa Cuevas y Marc Cuevas habían logrado ganar un pase para compartir minutos íntimos con Dani Martín. Difícil de superar.

El reloj marcaba las siete, el público impaciente y el artista que se hace esperar. Xavi Torres, campeón paralímpico y padrino de Aprenem Junts, programa de la Fundación Iberostar, organizadora del evento, ejerció de perfecto maestro de ceremonias. Aunque los suspiros fueron para el cantante madrileño, que apareció, look deportivo, y algo tímido. "Aunque no os lo creáis, este no es mi ámbito. Sobre un escenario me siento más seguro que frente a vosotros, que tenéis todos una cara de cotillas..." Buen comienzo, relajó el ambiente.

Del primer intercambio de golpes -preguntas, respuestas- salió Dani Martín exitoso. Mucha experiencia de joven que un día fue adolescente "irresponsable" y que ahora solo pretende mostrar "que siendo uno mismo es más fácil". "La vida es peligrosa, no vamos a complicarnos. No podemos ser perfectos, solo luchar por lo que creemos". Filosofía de un artista que admira a Serrat, a Sabina y a Calamaro, entre otros, "porque en sus letras se puede encontrar algo de ellos. No me gusta que las composiciones sean banales". Por eso en su Pequeño -primer disco en solitario que hoy presentará en el recinto de Son Fusteret, de Palma- ha desnudado su corazón.

Es una pequeña fan la que le plantea al cantante y compositor una cuestión jamás antes contestada por él. "¿Por qué te cambia la voz cuando hablas y cuando cantas?", le preguntó Marina Tortella, de 11 años. "Ostras, ¿tú crees? No me lo había planteado nunca. No sé. Lo voy a estudiar". Más. "¿Cantas en la ducha?". "Sí. Y lo sorprendente es que el otro día descubrí que hay muy buena acústica. A lo mejor las voces del próximo disco las grabamos en el baño", reveló Martín.

Melanie, Clara, Laura y Raquel se suben a la tarima junto a él para ver su versión a modo de videoclip del Mira la vida. Dani agradece. "Es un orgullo ver cómo la gente se implica tanto. Pensar que mientras yo estaba en un sofá viendo una película, ellas grababan esto para poder verme de cerca es estimulante. Pero no quiero que se me suba a la cabeza. Quizás mañana nadie se acuerde de mí".

Las anécdotas sobre la infancia "maravillosa" que vivió el madrileño y los consejos de hermano mayor se intercalaron durante las casi dos horas que duró la cita, con confesiones increíbles. "Una vez me disfracé para poder disfrutar de las fiestas de mi pueblo (San Sebastián de los Reyes) como uno más. Me puse una máscara en la cara y camiseta larga para que no me reconocieran. Y funcionó".

Su perro Blas, la muerte de su hermana pequeña y su deseo de ser padre -"aunque la verdad es que me acojona la idea"- se entremezclaron con canciones y sueños. El de Dani, cantar con los Rolling Stone. Aunque no cree que se cumpla.