¿Cómo se prueba la autoría de un robo cuando no hay testigos, ni pruebas, ni acusación? La mayoría de hurtos contra el Patrimonio queda impune. Si no se puede demostrar resulta sumamente complicado atribuir el delito. Las colecciones privadas campan por doquier pero es imposible averiguar si esas piezas han sido robadas. Existe un gran vacío al respecto.

Este tipo de faltas están castigadas con penas de entre uno a tres años de cárcel, explica Fernando Corchero, jefe de la Brigada de Robos de la Policía Nacional. "No deja de ser un robo con fuerza", detalla. Sin embargo, muchas veces los detenidos no llegan a pisar la penitenciaría y el hurto se salda con una multa que depende del valor de la obra. En ocasiones, si no se puede probar la procedencia del objeto, regresan a su propietario, añade Corchero, que cree necesario la creación de una Fiscalía específica. Hoy por hoy, la única comunidad que la tiene es Cataluña.