Entre los equipos de renombre y prestigio internacionales que han trabajado en Pollentia se contaba Antoni Arribas, que dirigió las excavaciones hasta su fallecimiento, momento en el que asumieron la codirección sus actuales responsables. Entre ellos, Margalida Orfila trabajó codo con codo con el maestro y hoy es una de las máximas difusoras del conocimiento contrastado que ofrece la investigación de la antigua ciudad.

Su amplia mirada aporta una visión de conjunto al yacimiento. Como investigadora no ceja en su afán por descubrir realmente cuándo empieza y cuándo acaba la vida de la ciudad.

"Las fuentes escritas siempre han dado como fecha de fundación de Pollentia el 123 a. C con Quinto Cecilio Metelo. Pero los hallazgos que hemos hecho aquí confirman que la ciudad como tal no se fundó hasta la decada 70/60 a.C. Ya en el año 96 perseguíamos este objetivo: datar con exactitud la fundación de la ciudad y por fin lo hemos confirmado. Nos queda ahora contrastar el fundador. También queremos saber hasta cuándo hay ciudad romana, y en este sentido hemos descubierto una muralla que rodea el foro del siglo V, a modo de ciudadela, así que a finales de este siglo hay algo que defender".

Divulgar el conocimiento y hacer partícipe de él a la sociedad es un objetivo central en la planificación del desarrollo de Pollentia y con el que Margarita Orfila se identifica personalmente. Los datos que aquí se descubren se comparten en foros especializados como las conferencias que recientemente ha impartido la arqueóloga de origen menorquín en Pisa o que pronunciará en breve en Milán. Ambas sobre el descubrimiento que se ha hecho en Pollentia, junto con el arquitecto Luis Moranta, sobre el método matemático que utilizaban los ingenieros romanos para adaptar su planificación urbana prediseñada a las particularidades del terreno.

"Contabilizaban con triángulos pitagóricos. Así aplicaban la desviación precisa en relación a la orientación prevista norte-sur para construir con una inclinación de terreno que garantizara el abastecimiento de agua. Esto es algo que hemos descubierto aquí, en Alcúdia, y que ya hemos confirmado en otros yacimientos".

El trabajo multidisciplinar se amplía a otras universidades del Mediterráneo. Así por ejemplo, en esta campaña se ha podido ver al profesor de geofísica aplicada Gaetano Ranieri, de la Università Cagliari, en Cerdeña (Italia). Él y su equipo han estado realizando unas prospecciones del subsuelo en la zona del aparcamiento contiguo al yacimiento. Estas prospecciones utilizan georadar y electromagnetismo, de manera que se puede saber qué oculta el terreno sin necesidad de excavarlo.

"Se trata de un proyecto de colaboración de I+D que ha obtenido la financiación de Madrid"–explica Orfila– "En invierno seguiremos trabajando juntos, analizando los datos."

Hay mucho por hacer. Pollentia, como buena ciudad romana, es eterna. Estudiantes, universitarios y docentes pasarán un verano más y dejarán también su impronta de hallazgos y descubrimientos para las generaciones futuras".