"España siempre ha estado presente en mi obra, no sólo porque es la patria del héroe de mi primera novela, León el africano, sino también y, sobre todo, porque ha sido lugar de encuentro emblemático, que se ha mantenido durante siglos entre las tres grandes religiones del Mediterráneo", afirmó ayer Maalouf. El héroe del primer libro del libanés había nacido precisamente en Granada.

"Siempre he dado mucha importancia a la experiencia de coexistencia que se dio en España", apuntó el escritor, que reconoció haberse inspirado no sólo en el pasado de la península, sino también en su presente, "en la transformación política y social de los últimos treinta años", según dijo. A lo que añadió, "me hubiera gustado que mi país natal, el Líbano, hubiera escogido la misma vía que España". El ganador del Príncipe de Asturias añadió a lo dicho que considera nuestro país como "el laboratorio de una renovación democrática ejemplar".