Tibia acogida ciudadana del Día Internacional de los Museos. Algo que no extrañó a la modesta parroquia que acompañó a las actividades fijadas para un día tan señalado para los centros de arte. "Es normal", dijeron las pintoras Susana Riche y Margarita Julià cuando se les interrogó por el pinchazo de la cita cultural. "No hay carteles ni en las puertas de los museos ni en las calles anunciando este día", justificaron. "Es un día laborable, muchos están trabajando", apostillaron, con las esperanzas puestas en que la cosa mejorara al llegar el anochecer. La falta de información y "de un recorrido organizado como el propuesto para la Nit de l´Art" fueron el talón de Aquiles en un día que las comunidades autónomas más perspicaces habían decidido adelantar la cita al sábado anterior para sacar más rédito a las propuestas artísticas. Mallorca dividió el calendario, porque el sábado se celebraron algunos actos –sobre todo en la part forana– pero no venció. Ya lo dice el refrán, "en martes, ni te cases ni te embarques", un dicho que repetía ayer como un mantra el artista Miguel Mister del colectivo Basurama, que se encontraba transformando muebles y objetos de desecho en la terraza de Es Baluard. Poca gente frente a tanta actividad. De varias piezas "absurdas" –unas columnas-sofá, un patinete hecho con la pata de una cama o una puerta-mesa– colgaba un cartel de reservado. Por la tarde, algunos palmesanos recogieron esos ´nuevos´ objetos, ahora llamados vintage, que se convirtieron en carne de cañón para los modernos.

Además de un par de curiosos que inspeccionaban los muebles, de la inauguración de Nàufrags, con esculturas realizadas por pacientes de la Unitat de Mitja Estada (Lluerna) del área de salud mental de Gesma, los turistas iban llegando con cuentagotas a Es Baluard, como un día normal de primavera. Entonces el artista Miguel Mister, de Basurama, reacciona ante tanta calma: "Un museo debería ser un lugar de acción, donde se pone en cuestión la realidad y se experimenta. Más que un lugar de exposición, habría que convertirlos un poco en talleres, para que el ciudadano acuda y participe. En España estamos atrapados en el modelo clásico de centro artístico. Con los recortes, las cosas deberían ir necesariamente por aquí, en hacer más cosas locales y cercanas al espectador, porque transportar arte es muy caro", concluyó.

El presidente del Partido Popular en Balears, José Ramón Bauzá, quiso estar ayer con los más ´débiles´: el Museu de la Catedral, el de Lluc y el Diocesà, "obviados" en el tríptico de actividades impreso ex professo para la celebración. "Me parece increíble que sea así, teniendo en cuenta que el 80% del patrimonio cultural mallorquín está vinculado a la iglesia", señaló. "De un modo casual, los turistas verán hoy por visita guiada más cosas que los propios mallorquines", añadió. A la salida del Diocesà, donde se mostraban cinco piezas del Museu de Mallorca que sustituyen a otras que viajarán a Aviñón el mes que viene, Bauzá saludó al director general de Cultura, Pere Joan Martorell, a cuyo equipo criticó minutos antes por su gestión en el centro de Ca la Gran Cristiana (el 50% de sus fondos está sin catalogar), museo que anoche celebró una fiesta. Martorell defendió que en la isla –cuyas competencias en coordinación de centros son del Consell– sí existe una política museística "a la fuerza", "ya que somos la cuarta comunidad autónoma con más museos de España", justificó.

Ayer fue un día poco agraciado. Sorprendía ver dos estampas simultáneas a la hora de comer: por una parte, una ciudad rebosante de turistas, y por otra, el Casal Solleric cerrando sus puertas hasta las 17 horas.

Más animada estuvo la part forana. En Alcúdia, numerosos escolares participaron en una gimcana sobre la historia cultural del municipio. Por su parte, en Sa Pobla, el profesor Antoni Boix pronunció una conferencia introductoria al arte contemporáneo partiendo desde Goya para desembocar en Miquel Barceló.