Aunque parezca mentira, todo lo que se cuenta es verídico, tan increíble que cuesta entender como un catalán, sin más armas que su imaginación, su ingenuidad y su valentía, logró desempeñar un papel clave en el éxito del desembarco en Normandía al final de la Segunda Guerra Mundial. Una historia emocionante que llegará el próximo viernes a la cartelera de Palma (cines Renoir) con el aval de haber recibido el Goya a la Mejor Película Documental.

Cinco años de documentación, más de 700 horas de película, 47 versiones distintas hasta dar con Garbo, el espía. "No fue sencillo resumir toda la información que llegamos acumular. La vida de este hombre es tan fascinante que intentar hacer comprender al público la importancia de su figura en la historia reciente de nuestro mundo fue muy difícil", explica Edmon Roch, director de la cinta.

A través de fragmentos de filmes como Nuestro hombre en La Habana, El día más largo o Mata-Hari, documentos desclasificados recientemente por los Servicios de Inteligencia Británica y sin voz en off, Roch teje un puzzle que empieza y acaba en Juan Pujol García, hombre que durante más de un lustro ejerció como agente doble -espió para los británicos bajo el nombre de Garbo y para el III Reich como Arabal–. "En realidad nunca fue un espía al uso, sino un guionista, un escritor, que basaba toda su estrategia en las películas de serie B que veía en el cine. Se inventó toda una red de colaboradores falsos y llegó a ser tan importante para los alemanes que logró convencerles de que el ataque final sería en Calais y no en la costa de Normandía", subraya el director.

Testimonios de personas que le conocieron muy de cerca, fotografías e imágenes inéditas completan este insólito documental que cuenta también con firma de Isaki Lacuesta y con diseño sonoro y musical de Fernando Velázquez.