El artista y activista chino Ai Weiwei expone desde hoy en Duisburg (oeste de Alemania) fotografías de las lesiones cerebrales provocadas por la paliza que le propinó la policía china en 2009, así como obras con críticas algo más sutiles a Pekín, en una retrospectiva sobre sus últimos quince años.

"Barely Something" es el título de la muestra del Museum DKM de la citada ciudad, integrante de la capitalidad cultural europea 2010 que comparten las poblaciones de la Cuenca del Ruhr, antigua región minera e industrial por antonomasia de Alemania.

Junto a radiografías de su cerebro -que Ai considera su "obra principal"-, se exponen obras tempranas inéditas de 1986, así como otras más recientes, como los cinco impermeables de goma verde, tendidos sobre el suelo, alusivos a los cambios fulminantes de la sociedad china y a sus repercusiones medioambientales.

Asimismo se exhibe su famosa serie de 1995, con la imagen de Ai dejando que se estrelle contra el suelo un valiosísimo jarrón, o con la de una urna de la dinastía Han sobre la que el artista pintó un anuncio de coca-cola, de 2000.

La retrospectiva sigue a la espectacular exposición estrenada por el artista chino en Múnich el pasado otoño, poco después de la operación cerebral que le fue practicada en la capital bávara tras el derrame cerebral que sufrió en agosto de 2009.

Ai Weiwei, nacido en 1957 en Pekín, consolida así en Duisburg su condición de artista "adoptivo" de la escena cultural alemana, tres años después de convertirse en estrella de la Documenta 2007 de Kassel, con su espectacular acción consistente en convertir a 1.001 compatriotas suyos en "obra de arte" paseando por la ciudad.

El pasado otoño, la exposición muniquesa, titulada "So Sorry" y consagrada a arremeter contra los responsables de la crisis económica mundial, se convirtió en la sensación de la temporada en la capital bávara, al convertir la fachada de su Haus der Kunst (Casa del Arte) en objeto de arte y denuncia.

Ahí quedaron expuestas, sobre 100 metros de largo por 10 de ancho, 9.000 mochilas de colores, alegóricas de los niños muertos al derrumbarse sus escuelas por el terremoto de Sichuan, en 2008.

Ai, diseñador del "Nido de Pájaro", como se conoce la cúpula del estadio olímpico pequinés concebido por el equipo de arquitectos suizos Herzog & De Meuron, está considerado el más renombrado artista actual chino y también uno de los más críticos con su régimen.

Consecuencia de sus denuncias fue la paliza recibida el 12 de agosto de 2009 en un hotel de Chengdú, capital de la provincia de Sichuan, de policías chinos, según él para evitar que atestiguara en el juicio contra un activista que había defendido a las víctimas del seísmo.

Ai había exigido repetidamente a las autoridades chinas que investigaran la corrupción en el sector de la construcción, en relación con el desplome de 7.000 escuelas, en las que murieron más de 5.000 niños.